Covid-19: «Carga» no transportada

La Covid-19 es la única «carga» a la que no le dan vía libre en su itinerario por los caminos de hierro, los trabajadores de la Unidad Empresarial de Base (UEB) Ferroazuc, localizada en el centro de la provincia de Ciego de Ávila.

 

 

Desde el Ramal Palma Sola salen los trenes cada día hacia distintos lugares del país porque en ese centro laboral se mantiene la vitalidad de su personal y de las operaciones en el traslado de yeso para la fabricación de cemento, áridos destinados a las construcciones, bagazo de la caña de azúcar asignado a la bioeléctrica, la chatarra dirigida a las industrias y otros tipos de transportaciones.

Los triunfos son cotidianos porque ese tren de la eficiencia empresarial es conducido por uno de los hombres de mayores logros y permanencia durante más de 40 años, en la Unión de Ferrocarriles de Cuba.

Juan Luis Mora Tamayo comienza a caminar entre rieles rumbo a los talleres ferroviarios del central azucarero Amancio Rodríguez, de Las Tunas. Más tarde viaja a Leningrado y se gradúa como ingeniero en explotación del transporte ferroviario.

 

 

Su labor profesional comienza en la Delegación Provincial del entonces Ministerio del Azúcar, en el territorio avileño. Atesora también en su historial múltiples méritos en calidad de director de la UEB Ferroazuc Ciro Redondo, donde hoy encabeza la tripulación que ha sido en varias oportunidades Vanguardia Nacional.

Reconoce el directivo que «uno de los principales dividendos es el coeficiente de disponibilidad técnica superior al 88 % las locomotoras y 92 % los vagones, de un parque de equipos con 35 años de explotación, al que se le incorporaron hace un tiempo nuevas máquinas rusas, modelo TGM8km.

«Lo cierto es que la mayor parte del equipamiento envejece, pero nuestros innovadores se encargan de darle más vida útil, como parte de una tradición heroica de este colectivo que posee la condición de referencia nacional en la fabricación y recuperación de piezas de repuesto».

Con esta fortaleza lograron cero tiempo perdido en el traslado de la caña hacia los tres centrales de la provincia y el azúcar a los puertos, durante la recién finalizada zafra.

 

 

Y no apagan los motores para acercarse a la celebración del 28 de Junio, Día del Trabajador del Transporte, con las energías humanas que impulsan su economía por los rieles de la eficiencia en lo que va de año: la producción mercantil al 126 %, el costo por peso a 44 centavos y el salario medio mensual por trabajador a 4 mil 384 pesos, pese a una pandemia y un bloqueo económico abismales.

 

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