Uno de los programas de desarrollo más adelantado, desde el punto de vista social y económico, que sostiene el Estado cubano es el Plan Turquino, el cual se ha visto seriamente perjudicado por el bloqueo que mantiene el gobierno norteamericano hacia la Mayor de las Antillas, desde hace más de seis décadas.
Desde su propia creación, el 2 de junio de 1987, el esquema ha visto limitado su objetivo de hacer progresar a las comunidades enclavadas en las montañas que, en el caso de las pertenecientes a la provincia de Granma, tienen más de 85 mil habitantes.
“El bloqueo ha influido en todos los sentidos -asegura Aldo Arévalo Fonseca, coordinador del programa en el territorio-. En la agricultura, por ejemplo, no hemos contado con el fertilizante y otros químicos necesarios para las plantaciones de café, cacao y demás cultivos. Al contrario, se han introducido plagas con la intención de devastar estas producciones debido al alto impacto que tienen en la economía del país”.
Esas acciones, fundamentalmente contra el café y los cítricos, han tenido una repercusión incalculable, en cifras, además del deterioro de las plantas que han requerido décadas para recuperarse.
Explica también el funcionario que los víveres, avituallamiento y otros recursos que se vendían a la población, muchos de los cuales eran importados, están hoy ausentes de los locales de expendio porque el país no ha podido tener acceso a ellos:
“La zona de Plan Turquino, por la situación que tiene desde el punto de vista de su topografía, ha sido la más afectada por el bloqueo económico y financiero, independientemente de la prioridad que tiene para el Estado cubano. Actualmente lo que estamos llevando al lomerío es lo que producimos con muchas carencias dentro de nuestras fronteras.
“En varias ocasiones el transporte ha estado prácticamente paralizado por la falta de combustible, y eso determina el buen desempeño de otros sectores como Salud Pública, Educación, Comercio, etcétera.
“Pero aun así hemos estado trabajando y poco a poco hemos ido levantando la economía. Lo fundamental es que la atención a estos asentamientos por parte de las autoridades de la provincia y del país ha sido el mismo”, sentenció.
Seis de los 13 municipios de Granma pertenecen al Plan Turquino, pues algunas de sus comunidades se encuentran en el macizo montañoso de la Sierra Maestra, el más elevado del país.
Los habitantes de esa franja cuentan con los mismos privilegios que el resto de los ciudadanos cubanos en cuanto a los programas sociales, en tanto merecen una atención diferenciada, la cual fue establecida para el avance integral de estas demarcaciones en todos los ámbitos.
Más de mil activistas del deporte, instructores de arte de las diferentes manifestaciones y profesionales de todas las ramas asumen en esas montañas sus roles para el beneficio de los comunitarios.