Notables resultados muestran las comunidades granmenses pertenecientes Programa de Desarrollo de la Montaña, conocido como Plan Turquino, desde que fuera fundado en la década de los ochenta por idea del General de Ejército Raúl Castro Ruz, con la pretensión de alcanzar un avance integral y mancomunado de economía y sociedad, dando prioridad, al mismo tiempo, a la conservación del medio ambiente.
Aldo Arévalo Fonseca, coordinador del programa en la provincia, con más de 26 años en el cargo, asegura que es este el esquema más integral desde que triunfó la Revolución.
“Hoy el Plan Turquino llega hasta siete municipios de este territorio y beneficia a unos 85 mil habitantes.
“En la montaña ha habido una inversión fuerte para la mejoría del fondo habitacional. Se han edificado más de 13 mil viviendas de diferentes tipologías, lo cual es considerado un logro.
“Algo importante que se ha hecho también son las salas de televisión, sobre todo en aquellas comunidades que no tenían electricidad. Con la consolidación de 157 locales se favorecen a más de 25 mil personas, quienes también reciben allí información, capacitación y realizan actividades por los más variados motivos. Es significativo mencionar que en ellas radica un área para la rehabilitación de pacientes, con un técnico en esa especialidad que realiza allí esa labor a los comunitarios”.
En la franja que comprende el programa existen más de 9 mil 200 hectáreas de café y la perspectiva es seguir incrementando esa producción haciendo uso de las nuevas tecnologías, sobre todo la que permite la siembra y manejo de plantaciones. Varios proyectos se ejecutan aquí con esa finalidad, entre estos uno vietnamita, los que permiten desestimar la mano del hombre y, en su lugar, aplicar ciencia y técnica.
“La razón fundamental es que cada vez disminuye más el número de pobladores en estas zonas; sin embargo hay que mantener la producción de café por el significado que tiene para la economía del país”, explicó el funcionario.
En las últimas cuatro campañas del rubro, Granma ha promediado 900 toneladas acopiadas y, además, unas mil para la exportación. La miel llega a las 500 toneladas anuales, en tanto el cacao se fomenta en al menos 250 hectáreas dedicadas a ese cultivo, del cual se extrae el chocolate con destino al mercado nacional e internacional.
La existencia también en estas zonas de difícil acceso de panaderías- dulcerías, comercios, escuelas para los diferentes niveles de enseñanza, consultorios del médico de la familia, pequeños restaurantes, bibliotecas, minihidroeléctricas para la generación de energía, además de todos los programas de atención social, cuentan entre las conquistas del sistema político cubano.
A pesar de todos los desvelos por mantener y mejorar este programa, creado el 2 de junio de 1987 quedan insuficiencias por resolver, las cuales están condicionadas por el embargo económico, comercial y financiero que el Gobierno de Estados Unidos sostiene hacia el archipiélago antillano. La precariedad de los viales, la falta de acceso permanente al agua potable y el déficit de combustible para la transportación y otros servicios básicos, cuentan entre las privaciones hoy en las montañas.