Desde el 8 al 10 de junio de 2021 se realiza una reunión de alto nivel (HLM) sobre el VIH / SIDA en el Salón de la Asamblea General, en la Sede de las Naciones Unidas, en Nueva York.
El objetivo es realizar una revisión integral del progreso en los compromisos asumidos en la Declaración Política de 2016 para poner fin a la epidemia de sida para 2030, y cómo la respuesta, en sus dimensiones social, económica y política, continúa contribuyendo al progreso de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y el objetivo de salud mundial.
Esta reunión proporcionará recomendaciones para orientar y monitorear la respuesta al VIH / SIDA más allá de 2021, incluidos nuevos compromisos concretos para acelerar la acción para poner fin a la epidemia de SIDA para 2030, así como para promover el compromiso y la participación renovados de los líderes, países y comunidades y socios para acelerar e implementar una respuesta integral, universal e integrada al VIH / SIDA.
Esta tarde, el Ministro de Salud Pública Doctor José Angel Portal Miranda intervino en la reunión sobre el tema: “Acabar con las desigualdades y encaminarnos hacia el fin del SIDA para el 2030”.
A continuación, las palabras íntegras del Ministro de Salud.
Señor Presidente:
Veinte años después de la Declaración de compromiso en la lucha contra el VIH/SIDA, las desigualdades en el acceso a la salud no solo persisten, sino que en muchas naciones se acrecientan. A ese injusto escenario se ha sumado el impacto negativo de la pandemia provocada por la COVID-19, que influye de forma negativa en la implementación de las metas globales de la Agenda 2030 e impone restricciones a su plena consecución.
En medio de esas adversidades, esta reunión nos brinda la oportunidad de compartir los progresos alcanzados y ratificar nuestro compromiso de poner fin a la epidemia del SIDA, como un legado a las generaciones presentes y futuras.
Cuba ha concebido el abordaje a la respuesta al VIH con un enfoque de Salud Pública, insertado en la Atención Primaria, centrado en las personas, y con participación intersectorial y de las poblaciones claves, atendiendo a las necesidades propias de cada grupo.
En nuestro país, la mortalidad relacionada con el SIDA disminuye progresivamente y la incidencia de esta enfermedad muestra una tendencia a la estabilización. Uno de los indicadores positivos, es que las personas menores de quince años no están prácticamente afectadas por esta epidemia.
En 2015 la Organización Mundial de la Salud nos otorgó la condición de primer país del mundo en eliminar la transmisión madre a hijo del virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) y la sífilis. Dicha condición fue revalidada en los años 2017 y 2019, manteniendo en la actualidad el cumplimiento de tales propósitos.
Con regocijo podemos decir que en los años 2019 y 2020, por ejemplo, Cuba no reportó ningún contagio por VIH de madre a hijo.
Entre las muchas acciones que se llevan a cabo en el país, podemos destacar la implementación de un Programa de prevención, diagnóstico y tratamiento antirretroviral. Anualmente se realizan alrededor de dos millones de pruebas serológicas; de ellas, más de 300 mil a gestantes, con una cobertura de tamizaje y de tratamiento antirretroviral que sobrepasa el 99%.
Además, hemos logrado avanzar de manera sostenida en la sensibilización de la sociedad en relación con la eliminación de estereotipos de género y patrones sexistas que desfavorecen a la mujer. Hoy existe entre nuestra población más comprensión y aceptación de la diversidad sexual y hacia las personas que viven con esta enfermedad.
Con la implementación del nuevo Plan Estratégico se garantiza una mayor calidad de vida a las personas con VIH, así como la disminución progresiva de los contagios con nuevas infecciones. De esta manera, se han logrado altas coberturas de tratamiento y se hacen esfuerzos por disminuir la carga viral circulante e incrementar la adherencia terapéutica, acercándonos a la meta 90-90-90.
Señor Presidente:
Aun cuando el enfrentamiento a la COVID-19 ha demandado un esfuerzo extraordinario en todos los ámbitos para mi país, en medio de una asfixiante guerra económica y la aplicación de inhumanas medidas coercitivas unilaterales, que nos han limitado el aseguramiento médico para el manejo de esta y otras enfermedades, nada nos ha impedido continuar consolidando las acciones de prevención y la atencióna quienes se han contagiado con el SIDA.
En este escenario Cuba renueva su compromiso de continuar garantizando el disfrute del derecho a la salud de todo nuestro pueblo y la respuesta mundial y regional al VIH/SIDA.
Solo la integración, la solidaridad internacional y la acción conjunta entre nuestros países y gobiernos asegurarán el éxito frente a las pandemias del VIH/SIDA y de la COVID-19. Es la manera de hacer que permitirá lograr una respuesta efectiva ante futuras emergencias sanitarias.
Muchas gracias.