En el foro, Borrell consideró el mecanismo de cooperación entre La Habana y Bruselas un ‘compromiso crítico’ para acompañar al país caribeño ‘en la reforma política, económica y social’.
El punto contra la isla promovido por parlamentarios de Renovar Europa y el Partido Popular Europeo fue denunciado por otros integrantes de la Eurocámara, entre ellos, el español Manu Pineda y la portuguesa Sandra Pereira, como una iniciativa para afectar el acuerdo y las relaciones entre la UE y Cuba, utilizando el pretexto de los derechos humanos.
A propósito de la situación económica en la mayor de las Antillas, el alto representante para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad señaló que se ha agravado por la pandemia de la Covid-19, pero «también por otras importantes razones exógenas como la vuelta por parte de las autoridades de Estados Unidos a medidas restrictivas».
Durante sus cuatro años en la Casa Blanca (2017-2021), Trump adoptó 240 medidas destinadas a reforzar el bloqueo económico, comercial y financiero impuesto a la isla desde hace más de 60 años, muchas de esas acciones en el contexto de la pandemia, y todas mantenidas hasta el momento por su sucesor, Joe Biden.
Borrell mencionó en particular el impacto del recrudecimiento del cerco en el sector privado, duramente golpeado por los decretos de Trump, quien suspendió los cruceros y redujo los vuelos en su propósito de golpear el turismo.
En su intervención, el alto funcionario expuso que además de en materia de derechos humanos, el acuerdo UE-Cuba permite la cooperación en otros temas.
«Por ejemplo, en estos momentos estamos estudiando las posibilidades de participar, de aumentar la producción de vacunas contra la Covid-19, sobre la base de algunos avances científicos realizados en la propia Cuba», dijo Borrell, quien recordó que la UE sigue siendo el primer socio de la isla en comercio e inversiones.