A actualizar el funcionamiento de las organizaciones sindicales y los espacios de participación de los trabajadores llamó Ulises Guilarte de Nacimiento, secretario general de la central sindical cubana, al resumir el homenaje nacional por el aniversario 110 del nacimiento de Lázaro Peña, imprescindible líder de batallas proletarias en la geografía de la isla.
Con la participación de los dos hijos de Lázaro, Justo en la Empresa de Envases para el Tabaco (ARCA), en el municipio habanero de Guanabacoa, concluyó este sábado el tributo de todo el país al sindicalista mayor, al Capitán de la Clase Obrera Cubana, en fecha coincidente con las festividades por el Día del Trabajador Tabacalero.
Ulises Guilarte de Nacimiento, también miembro del Buró Político del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, entregó el Sello Aniversario 80 de la CTC a dos destacados tabacaleros, Pablo Zambrana Miranda y José M. Álvarez Borges.
En el acto, 10 trabajadores de ARCA recibieron la distinción Carlos Baliño, reconocimiento que entrega el Sindicato Nacional de Trabajadores Agropecuarios, Forestales y Tabacaleros (SNTAFT) a hombres y mujeres con 25 y 20 años respectivamente de labor en el sector de la agroindustria tabacalera.
Momento de especial significación lo constituyó la cancelación de un sello postal con la efigie de Lázaro Peña. Estamparon su firma, Guilarte de Nacimiento, Néstor Bárbaro Hernández, secretario general del SNTAFT, Aila Peá, hija de Lázaro y Elvys Vargas Camejo, vicepresidente de Correos de Cuba.
Nacido en el humilde barrio capitalino de Los Sitios, Lázaro se vinculó desde niño a la industria tabacalera y en enero de 1939, convertido ya en indiscutible líder de la clase obrera, funda la Central de Trabajadores de Cuba.
En las palabras centrales del homenaje, Guilarte de Nacimiento recordó que el escenario laboral cubano se ha transformado en su composición, pues crecen los que laboran en el sector privado y se incorporan otros actores.
“A ello se suma ―dijo― la aprobación de nuevas medidas para dotar de mayores facultades y autonomía a la empresas estatal socialista”.
Destacó además el cambiante marco regulatorio, lo que exige al movimiento sindical jerarquizar la capacitación, y lograr una mayor efectividad en el ejercicio de movilización y representación de los derechos de los trabajadores.