Hoy volvemos a Colombia, porque hay imágenes que dicen más que millones de palabras. Y la que propongo hoy nos trae nuevamente a la fuerza de la mujer, al espíritu mismo de los pueblos, de los que renace la vida, sobre todo si en el centro de la esencia misma de sus luchas está la mujer.
La imagen recorrió las redes y encabezó noticiarios este 25 de mayo, durante el paro nacional de movimientos y organizaciones sociales, del pueblo en general, en regiones colombianas como Cali, Barranquilla y Bogotá.
Incendios, bloqueos de calles, agresiones e impedimentos de entrada al país de defensores de derechos humanos de organismos internacionales, es el saldo de este, el día 27 de protestas, registrado además como el más complejo de la pandemia de la Covid-19 en ese país, al alcanzarse la cifra de 7 857 personas hospitalizadas en salas de cuidados intensivos, según declaraciones del viceministro colombiano de Salud, Luis Alexander Moscoso.
Más de 500 personas han sido reportadas como desaparecidas desde que se iniciaron las manifestaciones y más de 60 muertes han ocurrido; en esta última jornada se denunciaba además, el uso de ambulancias y otros medios públicos para transportar efectivos militares de una ciudad a otra y que desde camiones se tiraban cuerpos humanos a los ríos.
Colombia duele, y las mujeres siguen ahí, en la primera línea de combate, por el futuro de sus hijos.