En declaraciones remitidas a Prensa Latina, hizo un breve recuento de la historia de seis décadas de aplicación de esas leyes restrictivas y sus nocivos efectos en todas las esferas de la vida de los cubanos.
Recordó que en 1961 el gobierno de Estados Unidos amplió el bloqueo a Cuba que afectó productos básicos vitales como alimentos y medicinas, para subrayar que en el período transcurrido desde entonces se sometió a un país a la devastación.
Aseveró que sus consecuencias están personificadas en la pobreza, el sufrimiento y el padecimiento humano para todo un pueblo.
Dragicevic contrastó esa política con las acciones humanitarias de Cuba, pues durante ese tiempo decenas de miles de médicos cubanos, diseminados por los rincones del mundo y en todos los continentes, participan de manera activa en el manejo de crisis humanitarias.
Resaltó que se trata de la lucha contra enfermedades contagiosas, ya sea el Ébola, la gripe porcina o la actual pandemia por el nuevo coronavirus SARS- CoV-2, causante de la enfermedad Covid-19.
Consideró que ese personal médico cubano es merecedor de que su propio país viva en condiciones de paz y prosperidad y para que eso ocurra es necesario poner fin al bloqueo estadounidense.
Evocó que en 2014, en la Asamblea General de la ONU, 188 estados de los 193 miembros votaron a favor de la resolución de Cuba para que Washington se comprometa a terminar con esa política, con solo dos en contra, Estados Unidos e Israel, y tres abstenciones.
‘Eso mostró a las claras que la voluntad de la comunidad internacional es que se derogue el bloqueo inmediatamente’, señaló el joven jurista.
Agregó que Estados Unidos no puede compensar el sufrimiento causado al pueblo cubano, pero tiene la potestad de impedir su prolongación.
Por eso, expresó su respaldo al movimiento planetario por el fin de las sanciones, al que se suman los amigos de los cubanos en Serbia, ‘en la esperanza de que será posible lograr de nuevo la prosperidad y el progreso económico en Cuba, pero para que ello acontezca el bloqueo debe terminar’, demandó Dragicevic. (Tomado de PL)