Paso a paso, y sin grandes alardes, el voleibol cubano ratifica su evolución. No en materia de grandes conquistas, sino en la ratificación de su talento, ese que en el futuro podría devolverle el brillo de tiempos pasados.
La reciente renovación de los contratos de un grupo de jóvenes figuras en algunas de las ligas europeas es la más feliz nota de un camino, que en el venidero ciclo olímpico debería regalarnos un buen puñado de alegrías.
Diversos reportes de prensa anunciaron hace pocos días que el Chaumont, equipo de la primera división en Francia, ratificó en su formación para la venidera campaña a los criollos Osniel Mergarejo, Jesús Herrera y Roamy Alonso, quienes guiaron a esa selección al segundo escaño de su último campeonato nacional (Liga A Francesa).
Otro de los que continuará en el viejo continente será Javier Concepción, que se iniciará en la lid gala como integrante del club Poitiers.
En América, Miguel Ángel López continuará otra temporada en el SADA Cruzeiro de Brasil, luego de su formidable debut en la poderosa liga del gigante sudamericano.
Paso a paso el voleibol cubano avanza. Los meses que se avecinan servirán para aplaudir y analizar el paso de nuestros jugadores, empeñados en devolvernos las glorias pasadas.