Con nueve años y la idea de no abandonar el deporte, Milena Venegas decidió sin muchos titubeos cambiarse al remo, luego de que en la Escuela de Iniciación Deportiva (Eide), en su natal Sancti Spíritus, determinaran desintegrar la disciplina de tenis de campo.
Sin embargo, esa elección terminó por trazar un destino que la convirtió, casi 15 años después, en la atleta cubana número 42 en clasificarse para los Juegos Olímpicos de Tokio 2020+1, tras obtener su boleto en el preolímpico de las Américas que se celebró en Brasil en marzo pasado.
Desde el 19 de abril la espirituana de 24 años de edad se encuentra en una base de entrenamiento en la fría región de Lombardía, en la ciudad de Como, Italia, para encarar la Copa del Mundo de Lucerna, Suiza, que arrancará el próximo 21 de mayo y servirá también como ejercicio de roce internacional antes del magno evento de Tokio.
Venegas, quien ha desarrollado sus actividades en el lago Pusiano, conversó con Trabajadores sobre su estancia en suelo europeo y los retos que están por venir.
«La base de preparacion ha sido bastante confortable. Al principio sentíamos un poco más de frío, pero ya nos hemos acostumbrado y las condiciones son óptimas en cuanto a pista, embarcación habitaciones, alimento y descanso.
«Nos hemos enfocado en todos los aspectos técnicos, porque no soy una remera técnica. Fundamentalmente el énfasis estuvo en el saque de manos y en la entrada de la paleta al agua. He mejorado muchos elementos, aunque todavía me queda por hacer y para eso estamos trabajando. En estos momentos entrenamos en distancias de competencia», expone la singlista.
¿Cómo se encuentra de cara al evento en Lucerna?
«Me siento lista física y psicológicamente y voy a dar lo mejor de mí, porque sé que estoy preparada. Que salga lo que he hecho hasta ahora, que simplemente fue entregarlo todo en cada entrenamiento. Así lo haré en la competencia, en cualquiera que esté».
¿Cuán significativo resulta tener esta lid antes de los Juegos Olímpicos?
«Es importante, una especie de preparación para Tokio, porque ahí estarán las mayores rivales que veré en los Juegos Olímpicos y me voy a medir caara a cara con ellas. Eso psicológicamente va a ser un factor determinante».
Con orgullo, pero también con una responsabilidad grande, Venegas carga el peso de ser la única representante del remo cubano en la cita bajo los cinco aros. «Me han antecedido muchos remeros y quiero ser una imagen para este deporte. Tiene mucho valor ir a esta competencia», expone.
«Pueden esperar de mí lo mejor, porque cada minuto me preparo para ese día y esos Juegos Olímpicos, que son mi mayor aspiración.
«Las expectativas son muy altas, pues, a pesar de las afectaciones que hemos tenido y las circunstancias de la pandemia, sé que puedo demostrar de lo que soy capaz y todo lo que he hecho para estar donde estoy. Me he esforzado en cada sesión y el resultado está en lo que una hace diariamente», concluye.