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A través de su cuenta oficial en Twitter, el ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez, recordó temas centrales de la agenda del presidente Joe Biden, como el liderazgo en el enfrentamiento a la pandemia de la Covid-19 y ‘la rectificación de las políticas atroces del Gobierno anterior’.
Sin embargo, dijo el canciller, esos propósitos están en contraposición ‘con la evidente indiferencia e insensibilidad’ mostrada en la aplicación de las disposiciones adoptadas por el mandatario precedente.
Desde su llegada al poder en enero de 2017, Trump implementó contra Cuba más de 240 medidas, y cada sector en el país sufrió el impacto de esta escalada de agresiones, acentuada en el contexto de la pandemia, apuntó el Ministerio de Relaciones Exteriores.
Las disposiciones, en su mayoría, recrudecieron el bloqueo impuesto por Washington desde hace casi seis décadas, con el objetivo de asfixiar al país caribeño, obstaculizar las fuentes de ingresos, entorpecer las relaciones, crear una situación de ingobernabilidad y derrocar a la Revolución, precisó la fuente.
La hostilidad norteamericana impidió viajes de cruceros, vuelos regulares y chárteres, así como el envío de remesas mediante las firmas cubanas Fincimex y American International Services, las principales vías formales para efectuar esas transacciones en la isla.
Asimismo, Cuba no puede importar productos de cualquier nación que contengan más de un 10 por ciento de componentes estadounidenses, en tanto el ron y el tabaco, principales rubros exportables del territorio insular, tienen prohibida su entrada a la región norteña.
De igual forma, son perseguidas las operaciones bancario-financieras de la mayor de las Antillas, y hay 231 empresas en la Lista de Entidades Cubanas Restringidas por el Departamento de Estado norteamericano.
Las medidas contra buques, navieras y compañías vinculadas al transporte de combustibles, además de la inclusión del país caribeño entre los supuestos estados patrocinadores del terrorismo, forman parte también del panorama.
Estas acciones punitivas se mantienen vigentes con Biden, juramentado como el 46 mandatario de los Estados Unidos desde el pasado 20 de enero.
Si bien en su campaña presidencial el demócrata prometió un cambio de la política hacia Cuba, la Casa Blanca declaró que ello no es una prioridad de la política exterior del gobernante. (Tomado de Prensa Latina)
