Hoy, 17 de mayo se celebra el Día Mundial de Internet, la fecha se presta para reflexionar sobre la importancia de la red de redes en medio de la pandemia de la Covid-19.
Ante los retos que ha impuesto la pandemia se ha valorado positivamente el impacto que tienen los sistemas y servicios de telecomunicaciones. Los cuales han permitido, entre otras cosas, el trabajo a distancia o la educación online.
Por otra parte, ha intensificado la brecha digital entre aquellos que no tienen un buen servicio de comunicaciones que les permita estar en contacto y realizar actividades por medio de la internet.
Sin el buen funcionamiento de estos sistemas hubiera sido imposible poder seguir con nuestras obligaciones y nuestra contribución a la sociedad: la enseñanza de los docentes, el aprendizaje de los estudiantes y el trabajo desde casa de gran parte del sector productivo.
Hasta hace unos meses atrás internet era para muchos jóvenes una herramienta para su ocio o para las relaciones personales. Sin embargo, se ha convertido en un servicio indispensable para poder seguir con una vida lo más parecida a la hasta hace poco habitual.
Sin duda estas tecnologías no están llegando por igual y con la misma calidad a todos: Cómo los jóvenes de familias de bajos ingresos pueden verse expulsados de un sistema educativo por no contar con acceso a internet.
Ante esta realidad la UNESCO alertó ya de este gran problema a nivel global al comienzo de la crisis sanitaria.
Lo que está claro es que la brecha entre los que tienen la disponibilidad de estos nuevos servicios y los que no se está agrandando. Y no sabemos qué derechos básicos, como ahora el derecho a la educación, se están viendo ya afectados en medio de la pandemia.
En un sector tan ágil y rápido como el de las telecomunicaciones, es necesario ir acompasando las políticas de servicio y de acceso universal a internet para poder garantizar que la cobertura de estos los servicios llegue a todos.
(Tomado de Cubasí)