Abdala, ese guerrero martiano creado por la pluma del Maestro en 1869, ilustre y redentor, sirvió de inspiración en el siglo XXI para nombrar al candidato vacunal cubano que junta fuerza para defender la patria, que es muralla, lanza y fiereza, tal como describe el poeta al héroe juvenil, protagonista del poema, el que da nombre a este antídoto salvador.
Con la inspiración de esta historia, haciéndola corresponder con la entrega de los científicos y el personal que ha formado parte de la concepción del candidato vacunal, emocionados y convencidos de la efectividad de las dosis; se inició la aplicación, con todas las regulaciones establecidas, a los trabajadores y estudiantes de la Universidad de Ciencias Médicas de Villa Clara.
La doctora Rokselys Vigo Rodríguez, vicerrectora general de la institución, explicó que han tenido que cambiar rutinas en todo este proceso pandémico y ahora esta intervención sanitaria a grupos de riesgo ha tenido nuevas rutinas.
“Desde hace un año la vida interna ha cambiado, se han realizado las pesquisas en policlínicos, pasamos de la presencialidad a la semipresencialidad unido a este momento único de aplicación del candidato vacunal. Tenemos un vacunatorio dentro de la universidad, una propuesta de 2 mil 147 personas incluyendo estudiantes de otras nacionalidades y trabajadores de la Universidad, Encomed y el SIUM”, precisó.
“Es una repercusión humanista, social y para nosotros estar entre los primeros es un privilegio. Nuestros profesores, que son médicos, están realizando la entrevista epidemiológica y atenciones médicas y las enfermeras que son profesoras están realizando el proceder. Se controlan todos los proceso, el chequeo de la temperatura de las dosis cada una hora y cumpliendo el protocolo. Hemos unido la asistencia y la docencia y en este momento la asistencia ha sido prioridad”, puntualizó.
Este momento tan esperado ha sido para la profesora Arcelia Rodríguez un instante en el que unen múltiples sentimientos. Con los ojos humedecidos aseguró que se va viendo la solución en Cuba del problema que afecta al mundo desde hace más de un año, es un sueño hecho realidad, cuando estaban aplicándome esta dosis me conmoví, sé cuánto esfuerzo hay detrás, agradezco a los científicos que crearon el candidato vacunal, son gigantes, son héroes…”, afirmó.
A Lesviet Vázquez Oramas se le ve atenta y preocupada por cada detalle, es que ella garantiza toda la logística del punto de vacunación, “estoy al tanto de la higiene, del cambio de toalla, de todos los suministros para que cada paso fluya con exactitud”, dijo la también profesora de enfermería.
Todos los pasos se cumplen: en un primer momento se informa a cada grupo las características de la intervención sanitaria, luego se recepciona cada persona, de ahí pasan a consulta para la entrevista médica, más tarde se pasa al vacunatorio para aplicar la dosis y de inmediato se llevan por estudiantes hasta la sala de observación.
“Hoy nuestras aulas son salas, estamos orgullosos de hacer este trabajo de trasladar y organizar el proceso en la sala de observación. De existir alguna situación alarmante esa persona se traslada a la sala de eventos adversos”, declaró Andry González González, estudiante de quinto año de Enfermería, quien ha estado en dos ocasiones en la zona roja en el Hospital Militar Manuel Fajardo, ahora colabora en esta función.
En Villa Clara existen 48 sitios clínicos y 76 puntos de vacunación; en estos momentos Abdala ha sido aplicada a 3 mil 985 personas de riesgos que forman parte de este proceso de intervención sanitaria, específicamente personal de la salud de todos los municipios.