La imagen de un niño que acompañó a su familia el domingo último, a la Feria Cultural que tuvo lugar en el Puerto Salvador Allende de Managua, como parte de la Caravana Mundial Contra el Bloqueo, me llega como reflejo de esperanza, lucha y futuro. Y es que también los amigos nicaragüenses y cubanos residentes en tierra de Sandino y Daniel, se suman ahora a la campaña para enviar un millón de jeringuillas a Cuba como apoyo a la vacunación contra la Covid-19.
Se trata de aportar fondos y enviarlos a Panamá, desde donde se remitirá a La Habana el cargamento de jeringuillas, aprovechando la conexión aérea existente. Según confirmó a la agencia Prensa Latina, el presidente de la Asociación de Cubanos Residentes en Nicaragua, Rafael Ruiz, el compromiso de las agrupaciones similares en la mayor parte de los países de nuestro continente, es realizar el aporte a las puertas de iniciar la vacunación masiva en Cuba.
El niño de la imagen quizás no comprenda aún, en toda su dimensión, la palabra solidaridad. No debe entender de bloqueos, de injusticias, de imposiciones a pueblos enteros. Pero entenderá algún día que junto a su familia, fue protagonista de una justa causa que contribuyó no solo a denunciar la ignominia y la sinrazón, también hizo que de la lucha común, nacieran acciones concretas para salvar vidas y hacer que su futuro fuera en un mundo mejor que creemos y debemos construir entre todos, por todos y para todos.