Las personas tienden a sentirse fatigadas y con afectación en muchos órdenes de la vida cuando la cantidad y calidad de sueño no es la adecuada.
Según especialistas en psicología, esta es una necesidad del cuerpo humano, una necesidad biológica que permite el descanso orgánico y la regeneración del tejido neuromuscular.
Los organismos vivos tienen una particularidad fundamental, la ritmicidad, y es el sueño una de esas dos partes componentes del ciclo conocido como circadiano, sobre el cual transcurren los demás ritmos biológicos humanos: el llamado ciclo sueño-vigilia.
Durante el sueño hay un cambio fundamental en la actividad cerebral. Es un fenómeno activamente inducido, controlado y determinado por el sistema nervioso central, y se caracteriza por una postura relativamente inmóvil, con un nivel de conciencia diferente al estado de vigilia, y una disminución reversible de la sensibilidad de los estímulos externos.
Para conocer si padece algún trastorno en este sentido, conteste estas preguntas:
1) ¿Tiene frecuentes dificultades para quedarse dormido, es decir demora más de lo habitual en conciliar el sueño?
2) Una vez dormido, ¿tiene dificultades para permanecer así, por ejemplo se despierta y demora en conciliar de nuevo el sueño?
3) ¿Se despierta frecuentemente temprano en la madrugada y le es imposible retomar el sueño?
4) A pesar de haber dormido el tiempo suficiente, ¿a menudo considera que el sueño no ha sido reparador, pues amanece cansado?
5) ¿Tiene más de una de las manifestaciones anteriores?
Si ha contestado SÍ a alguna pregunta, al menos, usted es portador de algún trastorno del sueño.
Los especialistas explican que los trastornos en el inicio y el mantenimiento del sueño, aunque se observan con frecuencia, pueden ser evitados. He aquí las recomendaciones:
- a) Ambiente su cuarto lo más agradablemente posible, evite ruidos innecesarios, luces en la habitación y temperaturas excesivamente altas o bajas.
- b) No se autorrecete medicamento alguno para dormir. Esa es una tarea de su médico.
- c) Realice ejercicios físicos y aumente la actividad durante el día.
- d) De noche, realice actividades mentales agradables, placenteras, que pueda combinar con ejercicios de relajación.
- e) De noche, evite o reduzca al mínimo bebidas como café o alcohol, y cigarrillos; y también los líquidos que aumenten la secreción de orina (diuréticos) como té, cerveza y jugos, pues pueden contribuir a despertarlo muy de madrugada.
- f) A la hora de dormir, trate de no tener sensación de hambre ni de extrema saciedad; pueden influir negativamente en el sueño.
- g) Utilice la cama solo para dormir. No lea, no vea la televisión, no coma en la cama; la actividad sexual es la única excepción para estas normas.
- h) No duerma durante el día.
- i) Acuéstese con la intención de dormir solamente cuando tenga sueño.
Siguiendo estos consejos, ¡buen sueño reparador!
Aquí puede ver la publicación original del 12 de mayo de 2008