En medio de una pandemia que no ofrece treguas para la joven Yanet Osorio Rodríguez cuidar sola de sus pequeños Alejandra y Julio, ambos en edad escolar; mantener el timón del hogar y no perderle el pulso a los deberes laborales que tiene como especialista de la Delegación Territorial del Citma en la provincia de Holguín han sido misiones complejas, pero no imposibles.
Gracias al ejercicio del teletrabajo, una de las modalidades del trabajo a distancia, esta holguinera combina perfectamente sus responsabilidades maternas y profesionales, a la vez que cumple con el tan necesario aislamiento social para evitar el nuevo coronavirus.
“Desde que comenzó la COVID-19 desempeño el trabajo a distancia. Tengo computadora y teléfono fijo, así que estoy siempre localizable. Me da tiempo a atender la casa y el trabajo. Hasta ahora no he tenido atrasos en la información que tributo”, comenta.
Yanet, quien lleva las tareas referentes a la gestión de premios, del ordenamiento territorial y las de contaminación atmosférica, narra que desde la dirección de su centro se le propuso pasar a la modalidad de trabajo a distancia. “Saben que soy madre de dos niños y vivo sola, por lo que el proceso fue rápido y simple. Y lo mejor es que considero que desde casa se adelanta mucho más”.
Similar opinión tiene su colega René Rubio Hernández, comunicador institucional del Citma en Holguín, quien también conoce de los beneficios del trabajo a distancia desde hace más de un año. “Por mi edad (61 años) pertenezco al grupo de vulnerables, y con el teletrabajo protejo mi salud”, destaca.
“Además, poseo las condiciones para desarrollar esa modalidad. Cuento con un teléfono corporativo que tiene conexión a Internet, y como la comunicación tiene un perfil muy amplio dentro de las redes sociales, me es posible mantener la dinámica comunicativa en las diferentes plataformas”.
La experiencia holguinera
Ambos trabajadores son buenos ejemplos de las transformaciones que se han introducido en el escenario laboral de ese territorio, y en Cuba, a raíz de la propagación de la COVID-19. Sin embargo, habría que preguntarse si en todos los lugares se están aprovechando al máximo las bondades del trabajo a distancia y sus modalidades (teletrabajo, a domicilio y en el terreno), las que se encuentran respaldadas legalmente en el Código de Trabajo.
Al indagar sobre la realidad que al respecto impera en la provincia de Holguín supimos que hasta el 14 de abril se contabilizaban 21 mil 394 trabajadores a distancia, de ellos 14 mil 65 a domicilio, 7 mil 30 en el terreno y apenas 299 dentro del llamado teletrabajo, forma de empleo que por sus características debería propiciarse mucho más en estos tiempos.
Rolando Reyes Concepción, subdirector de Empleo de la Dirección Provincial de Trabajo, ejemplifica que a domicilio están acogidos principalmente trabajadores del sector educacional; en el terreno laboran sobre todo los de servicios comunales y trabajadores sociales; mientras que el teletrabajo, que demanda del uso frecuente de la tecnología, si bien se emplea mucho en el sector presupuestado, también se ejerce en el empresarial, aunque la cifra aún no es representativa.
Es curioso apreciar cómo las estadísticas de este momento, cuando se vive un brote superior de la COVID-19, son muy inferiores a las registradas en la primera etapa de la pandemia, pues hasta agosto del 2020 llegaron a trabajar a distancia 47 mi 885 holguineros.
El funcionario detalla que una gran parte de los trabajadores a distancia pertenecen a los territorios con mayores complejidades sanitarias, como el municipio cabecera, Mayarí, Sagua de Tánamo, Moa y Frank País; y que en el caso puntual del teletrabajo, alrededor del 90 % de los empleados son de la capital provincial.
Ante esa realidad, manifiesta que en especial el teletrabajo debe potenciarse, no solo como una alternativa laboral para los momentos actuales, sino como una variante acertada para cualquier circunstancia, ya que está contemplado dentro del proceso de informatización de la sociedad cubana.
Reyes Concepción argumenta que el teletrabajo es una manera de organización laboral, que no promueve el tradicional esquema de horas en la oficina, sino que potencia el de horas dedicadas al trabajo, lo que requiere de ciertas condiciones tecnológicas de las cuales no siempre dispone el trabajador o la entidad.
Comprensión sin burocracia
Sin embargo, opina que “es una variante que hoy exige mayor concientización por parte del empresariado holguinero y, en sentido general, de todo aquel que ocupe una labor de dirección, pues encontramos resistencia para aplicarla, ya que predomina el pensamiento de que se pierde el control sobre el trabajador.
“Tradicionalmente predomina la filosofía de que la persona tiene que estar de forma presencial en su puesto de trabajo para poder rendir y a la vez controlar su labor. Para un buen directivo que domine lo que deben hacer sus subordinados es muy sencillo implantar mecanismos para controlar los resultados del trabajo a distancia”, explica.
“En el caso del teletrabajo, si se estructura y organiza bien, tiene que aumentar en primer lugar la productividad, porque se supone que el trabajador va a desarrollar sus funciones en una zona más confortable”, manifiesta.
Fomentar estas nuevas formas de trabajo no debe suponer tampoco ninguna complejidad burocrática. María Hernández Rovira, miembro del Secretariado Provincial de la CTC que atiende la esfera de Asuntos Laborales y Sociales, señala que solo se precisa adjuntar un suplemento al contrato de trabajo, en el que se contempla el lugar acordado por las partes, y otros aspectos como los términos y las condiciones de trabajo.
María Hernández afirma que el movimiento sindical está llamado a impulsar a los administrativos a que extiendan el trabajo a distancia y el teletrabajo a aquellas actividades y cargos en que sean posibles, lo cual deberá quedar refrendado en los Convenios Colectivos de Trabajo.
Enfatiza igualmente que fomentar tales alternativas laborales es una facultad netamente administrativa y es vital que las entidades sean capaces de garantizar los medios tecnológicos necesarios.
Considero que lo presencial no te hace mas disciplinado, la disciplina radica en la responsabilidad individual, incluso en el trabajo a distancia se es mas disciplinado porque tiene un compromiso con tu jefe de rendirle un parte de lo realizado que muchas veces en la oficina no lo hace porque en muchas ocasiones no te lo controlan a no ser un parte o una información x que debe entregar en un periodo determinado de tiempo, lo importante es el resultado, creo que la administracción no le debe importar si duermo la mañana ( Hasta las 12m)o voy a gestionar problema personales y trabajo en la noche y los fines de semana al final lo que debe cumplir los objetivos de tu puesto y el plan de trabajo conveniado entre la administacción y el trabajador, para mi con el trabajo a distancia todos ganamos pero existe mucha resistencia por lo administrativos y en muchos casos los trabajadores van a las empresas y por el simple hecho de estar allí se le paga el día aunque no hagan nada.
El teletrabajo no promueve de manera inmediata la eficiencia, si no somos disciplinado, podemos ser tan ineficientes como lo hemos sido en formas tradicionales de trabajo y nos puede consumir los innumerables problemas que debemos afrontar en la casa, hoy cuando la vida cotidiana esta muy vulnerada debido a la escasez de alimentos y la distribución desigual que hay de los servicios del mercado concentrados los mas importantes en zonas distantes, y haciendo colas de 4 horas. Debe haber un sistema de control sobre la actividad y resortes de motivación para generar una disciplina del trabajo pues muy fácilmente se puede dedicar mas tiempo a otras cosas y no al trabajo. No nos dejemos llevar siempre por ver el lado positivo de las cosas sin evaluar sus contradicciones. Saludos