Cargando...Los más de 900 trabajadores de la Empresa de Bebidas y Refrescos de La Habana (Ember) recibieron la bien ganada bandera acreditativa de su condición de vanguardia nacional, un estímulo solo obtenido por 31 centros del sector de la industria alimentaria y la pesca en el país.
En un año muy marcado por las inclemencias de la Covid-19, los trabajadores de las 10 unidades empresariales de base de la Ember lograron la producción de todo el refresco, vinagre y vino seco consumido en hospitales y centros de aislamiento.
Incorporaron tres nuevos surtidos a la exportación, sustituyeron esencias y emulsiones que anteriormente importaban.
Tal esfuerzo contribuyó al sobrecumplimiento de sus planes productivos en el 2020 y también al crecimiento con respecto al 2019, fundamentalmente en cuanto a producción de refrescos, vinagres, vino seco y vinos, aunque aún distan de satisfacer la alta demanda de sus producciones por parte de la población capitalina.
Se conoció que entre las previsiones para el actual 2021 está incrementar las exportaciones en 2 millones de dólares por encima de lo planificado.
El acto de entrega de la bandera de vanguardia nacional fue efectuado en la Unida Empresarial de Base (Ueb) Vinagre, en el municipio capitalino de Marianao, estuvo encabezado por dirigentes políticos y administrativos, de la provincia de La Habana y del Ministerio de la Industria Alimentaria y la Pesca y coincidió con la lectura del llamamiento al Primero de Mayo.
Jorge Luis Fajardo Casas, secretario general del Sindicato Nacional de Trabajadores de las Industria Alimentaria y la Pesca, tuvo a su cargo las palabras centrales del acto, ocasión en que significó la labor desarrollada en el año 2020 los que laboran en la Ember habanera, una entidad de lo más selecto del país, según su decir.
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Mientras permanezca la frase evaluadora de: «aunque aún distan de satisfacer la alta demanda de sus producciones». Los «estimulos pomposos», además de provocar otras frases en los consumidores, podrían sonrojar la vergüenza de los directivos nacionales y los 900 trabajadores de la Empresa de Bebidas y Refrescos de La Habana (Ember).
Hoy, todavia insuficiente, más aún en condiciones de bloqueo y pandemia. Seguramente todos merecemos una bandera emulativa por resistir y trabajar; pero mientras el esfuerzo no alcance para ofertar a nuestros niños en las escuelas la posibilidad de adquirir el mayoritariamente anhelado refresco (hecho de agua, azúcar saborizada con efervescencia) para el receso y merienda escolar. ¡Dejemos las banderas para estimular la emulación interna de la fábrica, sin la pompa nacional!. Seguramente los trabajadores y sus directivos por sectores en situaciones similares entenderían igual la dimensión real del estímulo.
Gracias.
La triste realidad es que a pesar de los crecimientos mencionados resulta casi imposible comprar un refresco en un establecimiento estatal, bien sea los producidos por los Portales S.A como por la Ember de La Habana. Pará comprar un refresco tiene que ser en una tienda Mlc o a un cuentapropista revendedor a precios astronómicos en la calle a quienes se lo facilitan muchas veces a través de Mercabal, pero no a la población en el mercado minorista en moneda nacional. En los centros de aislamiento u hospitales tampoco conozco algún lugar donde a los pacientes les brinden refrescos, si entran posiblemente tomen otro destino como sucede con muchos surtidos deficitarios que entran a las tiendas en moneda nacional. Conclusión, tenemos mayor producción en la fabrica pero el acceso de la población a las producciones es casi nulo, mucho menor que en años anteriores, lo cual es una tendencia muy negativa que se está viendo en muchos productos necesarios para la población.