Un delegado al recién finalizado 8vo. Congreso del PCC lee en una Revista un material dedicado al General de Ejército Raúl Castro, al entonces Primer Secretario del Partido, o más bien, al joven guerrillero, siempre sencillo, entregado, comprometido, luchador incansable, guía de su pueblo, al más fidelista de todos los cubanos.
Un titular atrapa al lector y encierra en sí la enseñanza de Martí de que en un grano de maíz puede caber toda la gloria. Raúl, sin embargo, nunca ha necesitado y mucho menos querido grandes homenajes. Él ayudó a forjar el camino que marca la continuidad de la Revolución Cubana que decidimos construir y defender hace 150 años y hoy está en manos más jóvenes. Él es y seguirá siendo «Sencillamente, Raúl».