Este domingo 11 de abril, cuando el mundo se aproxima a la dolorosa cifra de 3 millones de muertes por la pandemia de la Covid-19, Ecuador y Perú votan por los presidentes que marcarán el rumbo de sus naciones en los próximos años.
Ambas naciones se ubican entre las 50 naciones con más fallecidos por cada millón de habitantes durante la pandemia, Perú en el lugar 17, con mil 640 muertes (solo precedido en la región por Brasil), y Ecuador en el 42, con 968 decesos.
Ambas naciones han establecido desde mucho antes que el voto es obligatorio, por lo que debieron adecuar las condiciones en que se desarrollan los comicios y prevenir así un incremento en el número de contagios. Entre las iniciativas destacan el incremento de colegios, el llamado a respetar el distanciamiento físico y la exigencia de usar mascarilla y bolígrafos propios, y la protección especial a grupos de mayor riesgo. Perú, por ejemplo, ha cambiado el voto en los mayores de 70 años a facultativo, no obligatorio.
Ecuador decide hoy el balotaje entre Andrés Arauz-Carlos Rabascall, de la coalición progresista Unión por la Esperanza, que alcanzó el 32,72 % de las boletas en primera vuelta, y Guillermo Lasso-Alfredo Borrero, por la alianza de centro-derecha CREO-Partido Social Cristiano.
Perú, por su parte, inicia hoy un camino electoral que muy probablemente le conducirá a segunda vuelta con 18 candidatos a la presidencia. Basta mirar a Ecuador que tuvo 17.
Ecuador, modelos excluyentes
Andrés Arauz y Guillermo Lasso disputan la presidencia con propuestas de modelos de desarrollo totalmente excluyentes, lo común entre ellos es Rafael Correa, al primero se le identifica como seguidor y el segundo destaca entre sus peores críticos.
Arauz propone darle continuidad a la década de progresismo lidereada por Correa, la cual se vio interrumpida por Lenín Moreno, quien de vicepresidente del Gobierno fortaleció la presencia del Estado, devino en punta de lanza del neoliberalismo en la región.
De ganar Arauz, con 36 años, se convertiría en el presidente más joven como antes lo fue de ministro al ocupar la cartera de Cultura durante una etapa del mandato de Correa.
El exbanquero Lasso, de 65 años, aspira a la presidencia por tercera vez ̶ derrotado por Rafael Correa en 2013 y por Moreno en el 2017 ̶ , ahora con el movimiento político Creando Oportunidades (CREO). Fue presidente del Banco de Guayaquil, uno de los más importantes del país, por un período de 20 años.
En la primera vuelta de las presidenciales, la victoria fue clara para Arauz, con 37, 72 % de los votos, pero en Ecuador se requiere que el triunfador obtenga 50 % más 1 de todas las boletas válidas; o el 40 % más el 10 % de ventaja por encima de su más cercano rival.
Como escribimos entonces, el indiscutible ganador del segundo lugar fue el cansancio político, la apatía y el desaliento, pues a pesar de la obligatoriedad del voto, el 18. 77 % de los empadronados no ejercieron su derecho democrático, cifra a la cual podrían sumarse los votos nulos (9.49 %) y en blanco (3.06 %).
El contrincante para el balotaje se disputó frente al Consejo Nacional Electoral, donde a pesar de las denuncias de fraude realizadas por el candidato Yaku Pérez, del partido Pachakutik, se alzó Guillermo Lasso como ganador por estrechísimo margen. La inconformidad de Pérez y sus seguidores explican el llamado que han hecho a dar un “voto nulo ideológico” este domingo.
Como hemos mencionado, el proceso electoral se realiza en medio de un fuerte azote de la pandemia de Covid-19, que en las ciudades más grandes, incluidas Quito, y Guayaquil, mantiene en jaque al sistema de salud, completamente saturado.
La contienda es reñida y el escenario será incierto hasta último minuto, dicen expertos.
El vencedor asumirá el cargo el 24 de mayo. Hereda una nación de 17,4 millones de habitantes y una economía dolarizada que en el 2020 retrocedió un 7,8 % en la deuda pública (interna y externa), la cual representa el 63 % del PIB.
Gane quien gane no tendrá mayoría absoluta ante la Asamblea legislativa, donde predominan los militantes de Unión por la Esperanza (Unes), el movimiento de Arauz; seguidos por el partido Pachakutik. Creando Oportunidades (Creo), la fuerza de Lasso, apenas tiene representación mínima.
Para estos comicios fueron acreditados 293 observadores internacionales, mientras que 38 mil militares y cerca de 46 mil policías tienen a su cargo el plan nacional de seguridad.
¿Hartazgo político en Perú?
Esta semana ha crecido el número de contagios de Covid-19 en Perú hasta alcanzar los niveles más altos de toda la pandemia y un promedio diario de 9 mil 667 diagnósticos, entre ellos los candidatos a la presidencia George Forsyth, José Vega y Marco Arana. La cifra de muertes de este sábado (384) casi duplicó la diaria en las últimas 10 semanas.
En ese contexto, 25 millones de peruanos estaban llamados a participar este domingo en una jornada electoral en la que, además del presidente, se eligen a los 130 miembros del Congreso y a los legisladores del Parlamento Andino.
Los centros de votación abrieron a las 07:00 horas locales y estarán disponibles por 12 horas, cuatro más que lo habitual, para evitar las aglomeraciones.
El ciclo que cierran estos comicios ha sido tumultuoso desde el punto de vista de gobernanza, el país pasó por cuatro presidentes, dos congresos, e innumerables muestras de descontento y frustración popular “debido a la corrupción, la pandemia y un sistema político que muchos afirman que ha estado al servicio de los funcionarios y las corporaciones, pero no del pueblo”, según analistas locales.
El resultado de tan errática gestión política es que a estos comicios concurren 18 candidatos y ninguno supera el 10 % de intención de voto, lo que vaticina una segunda vuelta, prevista para el venidero el 6 de junio. Encuestas recientes estiman que el 15 % de los electores anularán su voto.
Los siete candidatos con mayores opciones de pasar al balotaje son el ex legislador Yonhy Lescano (Acción Popular), la antropóloga Verónika Mendoza (Frente Amplio), el economista Hernando de Soto (Avanza País), la hija del expresidente Alberto Fujimori, Keiko Fujimori (Fuerza Popular), el exfutbolista George Forsyth (Victoria Nacional), el maestro y sindicalista Pedro Castillo, (Perú Libre) y el empresario Rafael López Aliaga (Renovación Popular).
Como hay un empate estadístico entre ellos, ésta será «la elección más fraccionada en la historia», dijo el jefe de la encuestadora Ipsos Perú, Alfredo Torres.
La Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE) prometió divulgar los primeros resultados oficiales parciales hacia las 23H30 locales (04H30 GMT del lunes), pero el escrutinio de la parlamentaria puede tardar un par de días.
El nuevo presidente debe asumir el 28 de julio, día en que Perú conmemora el bicentenario de su independencia, y tiene el reto de acabar con el signo de corrupto marcado por sus antecesores: de los diez presidentes electos tras el fin del régimen militar, en 1980, siete fueron condenados, están salpicados por escándalos o tienen investigaciones de la fiscalía en curso.
A los estragos de la pandemia y la recesión (el PIB cayó 11,12 por ciento en 2020) se suma la inestabilidad política del último lustro, que alcanzó su clímax en noviembre cuando Perú tuvo tres presidentes en cinco días, y gente en las calles reclamando una Asamblea Constituyente que permita refundar la nación.