Dos traficantes de seres humanos, conocidos como coyotes, dejan caer a dos niñas menores de 8 años desde una altura de varios metros para cumplir el deseo de sus mayores, quienes pagaron para que sus hijas llegaran a la “tierra prometida”.
Sucedió en marzo del 2021, fue captado por una cámara. Una de las niñas se levanta y la otra no reacciona. La noticia recorrió el mundo. No forma parte de una historia de horror. Sucedió en la frontera entre Estados Unidos y México, en un tramo del ya famoso muro que se levanta en buena parte del territorio ocupado por las dos naciones.
Días antes dos agentes estadounidenses de migración contemplan desde la orilla de su territorio el intento de una madre, junto con su pequeño hijo, de cruzar el rio Bravo. Comentan el hecho entre ellos, pero no hacen el menor esfuerzo por evitar lo que se convertiría en tragedia minutos después. Madre e hijo se ahogaron.
También en marzo ocurrieron otras desgracias, algunas de ellas con la muerte de niños centroamericanos migrantes, otras terminaron con su detención y envío a los centros donde se hacinan centenares de infantes.
También en marzo el gobernador de Texas, Greg Abbott, denunció abusos sexuales y abandono infantil en una instalación migratoria en San Antonio, según reportes de la Comisión de Salud y Servicios Humanos y del Departamento de Servicios Familiares y de Protección de ese Estado.
En una conferencia de prensa cerca del estadio Freeman Coliseum, donde cientos de niños y adolescentes solicitantes de asilo están siendo acogidos temporalmente, Abbott afirmó que no hay suficiente personal en el estadio para supervisar a los menores, algunos de los cuales no comen durante todo el día, y que los enfermos de Covid-19 no están siendo separados de los sanos, según un despacho de la agencia EFE.
Criminal herencia para presidente Biden
El 26 de marzo un niño mexicano de 9 años murió al intentar cruzar el río Bravo (o río Grande) para entrar a Estados Unidos, indicaron las autoridades que patrullan la zona, en medio de un debate por el aumento del flujo de migrantes.
El menor fue encontrado junto a una mujer guatemalteca y un niño de tres años. Los tres migrantes, que no fueron identificados, integraban un grupo de más de 500 personas rescatadas de situaciones de peligro en los últimos cinco meses.
Solo en marzo, fuentes oficiales señalan tener a su cargo a 5.156 menores y la institución, que tiene la tarea posterior de intentar reunir a los niños con familiares en Estados Unidos, albergaba a 11.900.
La cifra de menores de edad que viajan solos desde Centroamérica hacia Estados Unidos es alarmante. Son más de 14.000 niños, niñas y jóvenes que llegaron hasta la frontera entre México y Estados Unidos completamente solos, según diversos medios de prensa mexicanos.
Oficialmente los funcionarios de la Administración de Joe Biden admitieron este jueves 18 de marzo que el número de migrantes menores de edad en custodia por parte de las autoridades estadounidenses es de más de 14.000, una cifra muy superior a las publicadas hasta la fecha.
Desde febrero pasado, aproximadamente 100.000 personas intentaron entrar a territorio estadounidense sin los papeles requeridos, un aumento del 28 % respecto a enero.
Crisis humanitaria emergente
Fue el secretario de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Alejandro Mayorkas, quien dijo esta semana que Estados Unidos enfrenta el mayor aumento de migrantes en su frontera sur en las últimas dos décadas.
Según el funcionario, la cantidad de intentos de cruzar la frontera por parte de personas provenientes de Centroamérica y México ha aumentado constantemente desde abril de 2020 y la mayoría de los adultos solteros y las familias están siendo rechazados.
Hay, sin embargo, los que mueren y no aparecen en ninguna estadística. A consecuencia de una guerra entre traficantes de personas 16 guatemaltecos fueron asesinados en Tamaulipas, México, a principios de enero. En marzo, varios granjeros de Texas se quejaban por los cadáveres que aparecen en sus fincas cada cierto tiempo y que, por sus características, eran migrantes.
Una de las promesas del actual Presidente estadounidense fue “revertir muchas de las políticas fronterizas de línea dura de su predecesor” aunque la situación creada lo sitúa ante una verdadera y emergente crisis humanitaria.