Muchas personas extrañamos este año la mayor presencia de los productos con la etiqueta de DCballos, en los mercados de todas las provincias de Cuba.
Asombro causó el estado de stand by de las ventas durante el mes de enero pasado. Sorpresa suscitaron también las pérdidas económicas por 4 millones 800 mil pesos, en la Empresa Agroindustrial Ceballos, de Ciego de Ávila.
El hecho de querer, pero no poder vender desde el primer día del 2021, en espera de la aprobación de los nuevos precios minoristas, devino intento fallido de esa entidad en el empeño por seguir en la preferencia de los clientes desde la arrancada de la Tarea para el ordenamiento monetario y financiero del país.
Fue en febrero la reapertura de los puntos de venta de dicha empresa, de la que estábamos acostumbrados a recibir buenas noticias por su liderazgo en la producción con destino al consumo nacional y la exportación de frutas frescas, jugos, mermeladas, derivados del tomate y otros renglones de calidad superior.
Cuando los clientes fueron a reencontrarse con los alimentos, los precios habían «fermentado». Una barra de dulce de guayaba, cuyo valor de origen era de 5.00 pesos, se disparó a 33.00.
No solo se asustaron los bolsillos. Los costos de los productores agrícolas explotaron por el crecimiento de la tarifa eléctrica más de 20 veces. Las fábricas también sintieron ese impacto. En una minindustria ascendió de 7 mil a 70 mil pesos el gasto mensual por concepto de pago de la energía, y subió 16 veces el valor del azúcar destinado a la elaboración de los dulces en conserva.
Sin embargo, los agroindustriales ceballences aprovecharon los reajustes de tarifas en algunas frutas para revisar las fichas de costo y ganar el primer desafío: 5 millones de pesos de utilidades contabilizaron en febrero.
Así el pueblo comenzó a sentir un alivio en FrutiMorón, FrutiCeballos y otras unidades abastecidas por la entidad avileña. Porque la barra de guayaba bajó a 22.00, y todos los jugos de frutas embotellados descendieron de 25.00 a 16.00, excepto el de tamarindo hoy a 20.00.
[row][column size=»1/2″ center=»no» class=»»] [/column] [column size=»1/2″ center=»no» class=»»] [/column][/row][column size=»1/1″]Se realizaron reajustes en marzo pasado (imagen 1) de los precios excesivos (imagen 2) y se buscan soluciones para bajarles los «zumos» en las ventas al aliño, el adobo y otros productos. Fotos: José Luis Martínez Alejo.[/column]
Tal encarecimiento pudiera bajar más sus zumos si no se excedieran tanto los gastos de las prestaciones de servicios que costean los productores de alimentos.
¿Cómo es posible que el salario creciera 4,9 veces y se le indicara multiplicar muy por encima los precios de sus ofertas a una empresa capaz por sus potencialidades de exprimir más los surcos y sacarles el zumo a su combinado y minindustrias?, pero no hay que exagerar en la relación producción-salarios-ofertas-precios para luego asombrarnos también por la inflación.
Acerca del autor
Licenciado en Comunicación Social. Economista y periodista. Escribe sobre asuntos económicos, agropecuarios, de la construcción y la cultura. Multipremiado en concursos de periodismo, festivales de la radio y otros eventos. Atesora las distinciones Félix Elmuza y Raúl Gomez García, los sellos Laureado y 50 aniversario del periódico Trabajadores, y la Moneda Conmemorativa 60 aniversario de la UPEC.
Tratar de explicar lo inexplicable…¿?
Lo de los precios anda a galope. Cualquier cosa vale 100, 200, 300, 400, 500 pesos… Como dices, se «fermentaron», se dispararon, se lanzaron… Todos hacia arriba, lo mismo en el sector estatal que en el no estatal. Solo un ejemplo. En Cienfuegos se produce una loción antibacterial muy buena, de la cual escribimos recientemente el colega Chang y este servidor. Pues cuando apareció en el mercado, un pomo valía algo más de 130 pesos. Inaccesible para muchos, a pesar de su utilidad en tiempos de pandemia. Solo una acción conjunta y análisis adecuados propiciaron que se rebajara a 30 o 35, y todavía está alto. A los precios no solo hay que ponerle matemática, sino también sentimiento, humanidad, cordura… De eso preparon un material para la próxima semana, con las consideraciones al respecto -muy acertadas, por cierto- de la directora provincial de Finanzas y Precios en Cienfuegos. Muy bueno y atinado ese texto que acabas de publicar, mi hermano. Pero no creo que las alertas resuelvan mucho. Sencillamente, hay que revolucionar los precios. Están «escapa’os», como dice un amigo.