La red de restaurantes especializados de la occidental provincia de Matanzas transforma su imagen y confort en medio de un proceso de perfeccionamiento concebido para garantizar eficiencia, calidad y aportarle mayores ingresos a la economía estatal y personal.
A las concluidas inversiones capitales del complejo El Bahía y las Cuevas de Bellamar, le siguen en esta propia ciudad capital las reparaciones de El Pekín, a punto de concluir, y la de El Polinesio, en su fase inicial, fieles exponentes de un proceso constructivo extendido a los 13 municipios.
Bellamente estructurado va quedando El Ranchón de Monserrate, obra entre las preferidas por los habitantes de la Atenas de Cuba, acostumbrados al recreo en un sitio desde donde se observa una de las más impresionantes vistas de la urbe yumurina, incluida su encantadora bahía.
Su concepción rústica se aleja de la elegancia de algunos de los mencionados restaurantes pero no será segundo de nadie. “Cuando pasemos a la normalidad y retomemos la actividad comercial, el pueblo podrá comprobarlo”, afirmó Raúl Rodríguez Alfonso, administrador del complejo gastronómico-cultural Monserrate.
Concebido para propiciar el esparcimiento de la familia matancera y ejecutada por la cooperativa no agropecuaria de Servicios de Andamios y Cofres (Sancof), la reconstrucción del ranchón de ha sido compleja, antecedida por la demolición de un inmueble que en su nuevo formato gana en capacidad de comensales, destacó Rodríguez Alfonso.
El nuevo diseño incluye un bar y varias palapas, una propuesta arquitectónica en las afueras del ranchón, donde podrán reunirse hasta ocho personas por cada una de las mesas ubicadas en esos espacios, alrededor de los cuales funcionará una parrillada.
“Estamos muy contentos con la calidad de la obra y con su ejecución en el plazo previsto. Son muy entregados los constructores”, consideró el administrador, quien acotó la tensión generada por la escasez de materiales de construcción y otros recursos, que van apareciendo, a pesar de estar limitados.
“Lo mejor es que se piensa en el disfrute del pueblo y esta opción estamos seguros que lo conseguirá. Sabemos que también existente restricciones en los abastecimientos, pero el compromiso nuestro es entregarnos con esmero para espaldar con calidad esta bella inversión”.
Los obreros Alexis García y Banier Aldana están felices por levantar un muro a base de piedras traídas de los montes, en sustitución del clásico bloque, “lo cual constituye un gran ahorro de cemento y armoniza muy bien con el entorno”, coinciden estos dos especialistas en la actividad de rústico.
El Bahía, Las Cuevas de Bellamar, El Polinesio y De costa a costa, esta último en Cárdenas, son los cuatro restaurantes que en esta primera etapa ya funcionan como unidades empresariales, un nuevo concepto como parte del perfeccionamiento.
El perfeccionamiento del comercio minorista de subordinación local pretende fortalecer las competencias y requisitos de los trabajadores, especialistas y jefes, otorgar nuevas facultades a las direcciones de las unidades, reordenar la red y transformar la calidad de los servicios a la población.