En la guardia de ayer me tocó ayudar a nacer a un bebé valiente. Todo empezó con una embarazada de 2 partos anteriores, con contracciones, y casi pidiendo a gritos que la ayudara. La examiné y determiné que tenía poco tiempo, pero alcanzaba para llegar al hospital. Pero sorpresa¡, no había ambulancia, estaba con otro paciente para el hospital.
La enfermera Nika, estaba conmigo y es muyyyy buena, pero no tiene entrenamiento en obstetricia. Acostamos a la embarazada en el departamento de Ginecología y, ¡sorpresa¡: rompió fuentes, ya estaba en un activo trabajo de parto. Tratamos de llamar a las tres enfermeras especialistas de la clínica y solo una respondió. Para esa hora, la cabeza del bebé, con abundante cabello, anunciaba su llegada, y pronto.
Me puse la bata, preparamos el instrumental y ¡sorpresa¡: el bebé, aries en fase de Luna nueva que en el santoral cristiano conmemora a San José, el esposo de la virgen María, madre de Jesús, ya estaba naciendo, venía decidido a hacerlo, aunque tuviera que ayudar a la doctora que lo recibiría.
No me puedo quejar, me tocó un bebé valiente. Sacó la cabeza, la torció, sacó el cuerpo completo y se desprendió de circulares y dio un llanto tan fuerte que casi me explota el corazón de alegría… Todo lo demás fue secundario; poner oxitocina en el suero, que llegara todo el mundo (mi otro compañero de guardia, la enfermera obstetra, la ambulancia)…, todo era ya secundario, este bebé de Seychelles me había ayudado a ayudarlo a nacer.
¿Quién sabe qué le espera en la vida? Quizá ayudar a los demás como buen aries que es; o quizás, como vino al mundo de manos de una cubana , no le gustarán las injusticias y seguirá ayudando a todo el que se encuentre en su camino. Yo solo les digo que hizo su entrada al mundo ayudándome a mí.
(Tomado del muro de Facebook de la doctora Tania Massip, miembro de la misión médica cubana en Seychelles)