Realiza la Anir balance anual

En el contexto del aniversario 45 de la Asociación Nacional de Innovadores y Racionalizadores (Anir), a celebrarse el venidero octubre, tuvo lugar este miércoles el Pleno de su Comité Nacional, donde se realizó el análisis, discusión y aprobación por unanimidad del balance anual del trabajo «de los innovadores de todos los sindicatos y provincias del país», a decir del  presidente nacional de la organización, Alfredo Machado López.

La asamblea, cuyo objetivo fundamental fue examinar lo realizado el pasado año y profundizar en las causas de las insuficiencias y distorsiones que la pandemia provocó a los sistemas de trabajos aprobados, estuvo presidida además por Ismael Drullet Pérez, miembro del Secretariado Nacional de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC), Lidier Águila Machado, vicepresidente nacional de la Anir y Alfredo Vázquez, secretario general de la CTC de la capital.

Asimismo, contó con la presencia de cuadros de la Anir y de sindicatos nacionales, así como de los secretarios generales y miembros de los secretariados de la CTC provinciales y del municipio especial Isla de la Juventud, quienes mediante videoconferencia comentaron la labor en sus respectivos territorios e identificaron los efectos de la COVID-19 y las enormes limitaciones que esta impuso en todos los órdenes, incluido el funcionamiento del movimiento sindical.

En un año signado por la batalla dual contra la pandemia y el recrudecimiento del bloqueo imperialista, «cuyo impacto directo propició que por primera vez fuera alcanzado el monto de 5 mil millones de dólares de afectación a la economía cubana, amén de las más de 240 medidas coercitivas aprobadas contra Cuba por la administración Trump», como subrayó Drullet Pérez;  «se demanda como nunca antes una mayor labor creativa y mayor innovación, honrando precisamente las razones de ser de esta asociación, desde que se propuso su creación en el XIII Congreso de la CTC», aseveró Machado López.

«Paradójicamente -explicó el directivo-, el difícil 2020 ha sido el año de mayores ingresos y de la mayor cantidad de entidades con aporte en la historia de la Anir, lo que evidencia las infinitas reservas que existen en nuestros innovadores para mantener funcionando maquinarias, equipos y medios con alto grado de obsolescencia tecnológica,  para fabricar y recuperar piezas de repuesto y contribuir con ello al cumplimiento de los planes económicos del país».

Sin embargo, urge a la Asociación afincar su «Tarea de Ordenamiento»,  para que se puedan realizar mayores aportes a la economía del país, en un contexto de transformaciones del escenario laboral que requiere «potenciar su papel, convirtiéndola en protagonista de las soluciones que optimicen la explotación de los procesos productivos y de servicio», aseguró el presidente.

El debate destacó entre sus enfoques medulares las insuficiencias presentes en la instrumentación del Sistema de Trabajo para la Política de Cuadros, desde la selección, aprobación, accionar y efectividad del trabajo de estos, puesto que a pesar de haber  «un mayor porciento de plazas cubiertas, ello no es sinónimo de mayor efectividad ni calidad. Hoy el salario ya no es un problema, así que hay que exigirle más a los cuadros e insertarnos en los sistemas de trabajo de la CTC», puntualizó Machado López.

Por su parte, los aniristas camagüeyanos resaltaron la importancia de lograr mayor vinculación de esos cuadros, y que las innovaciones sean reales y objetivas, a su vez que Águila Machado resaltó la necesidad de «identificarlos, captarlos, reconocerlos y acompañarlos, además de buscar efectividad en la vinculación».

Así, se incorporará la nueva figura del inspector integral en cada territorio, cuya integración se presume de mucha importancia en la solución de estas dificultades.

Otros aspectos abordados fueron las cuestiones que hoy inciden en el funcionamiento de las organizaciones de base y de los organismos de dirección de la Anir, el desarrollo de los activos y las asambleas de asociados, las insuficiencias en el aseguramiento financiero y material de los planes temáticos, el control de las innovaciones, el trabajo de las comisiones evaluadoras, el reconocimiento y remuneración a los innovadores y la aplicación del Sistema de Estimulación de la Anir.

Asimismo, el análisis periódico de la relación ingresos y presupuesto de la Asociación, asunto medular para garantizar su autofinanciamiento, constituyó otra de las aristas tratadas. Debido a que su fuente de ingreso permanente es el 2% del efecto económico de las innovaciones, con el incremento salarial se ha complejizado mantenerse a flote. Para solventar este entuerto, «hay que hacer un trabajo de búsqueda de las innovaciones que existen pero que no se registran ni evalúan, ni remuneran porque estas constituyen una expresión concreta de contribución al ahorro», recalcó Machado López.

A este respecto, el «excelente diagnóstico para la nueva etapa de trabajo y para el perfeccionamiento de la actividad de la Anir», como lo calificó Drullet Pérez, arrojó que «si bien por un lado la labor innovadora se ha mantenido en la base, favoreciendo el funcionamiento de fábricas, maquinarias, equipos y medios con alto grado de obsolescencia tecnológica; el control de las innovaciones, su evaluación y cálculo del efecto económico, con su aporte del 2% a la Asociación, presenta problemas en la actualidad».

Por tanto, «tenemos que potenciar un enfoque integral y utilizar todos los recursos hacia un trabajo de desarrollo», como recalcó Vázquez y «lograr una cultura de la autopreparación de los dirigentes de la organización», al decir de Drullet Pérez.  El triunfo, aseguraron los panelistas, depende fundamentalmente de la disciplina y el accionar responsable  de los cuadros.

Por último, los resultados del proceso de Fortalecimiento del Comité Nacional se concretaron en la incorporación de 12 nuevos compañeros al organismo nacional, con lo que habría un 32,7% de mujeres, un 80% de graduados de nivel superior y un 40% de negros y mestizos. Asimismo, el Comité Nacional de la Anir transmitió un mensaje de felicitación a los trabajadores no estatales que contribuyeron con innovaciones al sector de la salud y a la ciencia del país.