Bolivia: La justicia y el pueblo tienen la palabra

Luego  de conocerse el dictamen de prisión preventiva por seis meses contra la ex presidenta de facto de Bolivia, Jeanine Añez, este fin de semana, no han faltado quienes en nombre de la “democracia”,  la “libertad” y los “derechos humanos” han criticado la orden judicial, acusando al gobierno de Luis Arce de desatar una persecución política contra miembros del gabinete anterior y de no sé cuántas barbaridades más.

Y aunque el proceso apenas comienza, ya se están escuchando voces reclamando y oponiéndose desde Estados Unidos y desde la Unión Europea, las mismas que apoyaron el Golpe de Estado de 2019 considerándolo genuino y beneficioso para el país pues Evo Morales pretendía mantenerse en el poder por la fuerza y en ese sentido, dieron luz verde a la Organización de Estados Americanos y sus secuaces de la derecha internacional para que compartieran el informe cargado de mentiras que el tiempo demostró que nada tenía que ver con lo que realmente ocurrió durante el proceso electoral boliviano.

Sin embargo, el actual gobierno solo ha dado curso a una de las demandas más urgentes del pueblo, el que sufrió realmente los atropellos, asesinatos y la crisis económica y social a la que se arrastró el país en apenas 11 meses de golpismo y a la vez, se está cumpliendo con la promesa de Luis Arce durante el proceso electoral que concluyó con su victoria en noviembre pasado, cuando aseguró que los autores de los hechos de esa humanidad cometidos contra el pueblo serían llevados a los tribunales y pagarían por ello, no por venganza, sino por un deber elemental de justicia.

Al respecto, en su cuenta en Twitter, el expresidente Evo Morales afirmó este sábado que por justicia y verdad para las 36 víctimas fatales, los más de 800 heridos y más de 1500 detenidos ilegalmente en el golpe de Estados, se investigará y se sancionará a los autores y a los cómplices de la dictadura que saqueó y atentó contra la vida y la democracia en Bolivia.

Como ex Presidente de #Bolivia y Presidente del MAS-IPSP no me cansaré de pedir justicia para 36 víctimas fatales, más de 800 heridos, 1.500 detenidos ilegalmente, centenar de perseguidos judicialmente y exiliados y asedio a Embajada de México, con proceso justo y sanción en ley.

— Evo Morales Ayma (@evoespueblo) March 14, 2021

Morales lamentó las declaraciones de algunos jerarcas de la Iglesia Católica de Bolivia “que se ponen del lado del opresor, se olvidan de los humildes y piden la libertad de los golpistas sometidos a la justicia cuando no clamaron ni mencionaron a las víctimas de las masacres de Senkata y Sacaba”.

Recordó que durante el golpe de Estado el presidente de los Diputados y la presidenta de los Senadores fueron obligados a renunciar bajo presión y se quemaron sus viviendas, se amenazó a familiares y conocidos. “Se debe investigar a quienes amenazaron y quemaron casas de alcaldes, gobernadores y asambleístas”.

Para el Líder del Movimiento al Socialismo (MAS), partido político de apoyo mayoritario confirmado en el país sureño, no se podrá hablar nunca de sucesión constitucional cuando se violaron artículos de la propia Constitucional del Estado Plurinacional que demuestran que hubo usurpación de la presidencia y “Añez se autonombra presidenta y un militar camuflado le impone la banda presidencial”.

Rememoró además, que en noviembre de 2019 la policía Boliviana se amotinó y brindó protección a grupos irregulares que quemaron e intervinieron instituciones públicas por instrucciones de una cúpula policial que violó la Constitución política del Estado, mientras el Mando militar no solo pidió su renuncia, sino que nueve días antes grupos de militares retiraron armamento, movilizaron tropas y ordenaron sobre vuelos, cuando solo pueden hacerlo con instrucción del presidente como capitán general de las Fuerzas Armadas.

Evo Morales se preguntó también en qué tiempo estamos y dónde queda la defensa de la vida, pues la presidenta de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos de Bolivia defiende ahora el golpismo, la injusticia y oculta las masacres que incluso, en su momento, fueron condenadas por la ONU, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y otros organismos de Derechos Humanos en el mundo.

Por su parte, el ministro de Justicia y Transparencia Institucional, Iván Lima aseguró en una entrevista en el canal estatal Bolivia Tv, que este lunes se darían a conocer las causas y responsabilidades contra Jeanine Añez y su gabinete de Ministros, los que se presentarían en la ciudad de Sucre, donde radica el Órgano Judicial y la acción penal a través del Ministerio Público.

En ese sentido, el ministro de Gobierno boliviano, Eduardo del Castillo, insistió en aclarar que solo se trata de buscar justicia; por lo tanto, el Ejecutivo Nacional no persigue políticamente a nadie.

Lo que sí está claro es que la arremetida mediática, el empleo de organismos internacionales y la politización del tema de los derechos humanos no faltarán para justificar a quienes no titubearon a la hora de darle la espalda al pueblo, masacrarlo, llevarlo a la miseria y a la más absoluta desestabilización política, social y económica en décadas.

No se trata solo de defender lo indefendible, tampoco que les interese tanto Jeanine Añez o sus secuaces, se trata de arremeter contra el proceso de izquierda y progresista que encabeza Luis Arce, contra lo que el pueblo decidió, defendió y alcanzó luego de haber tocado fondo; se trata de no dejar levantar cabeza y que el MAS siga posicionándose y retomando la fuerza, el liderazgo que representa, más con Evo Morales al frente.

Las mismas figuras que defienden hoy la camarilla golpista de 2019, sean de donde sean, nunca levantaron sus voces para defender a Lula da Silva, ni a Cristina Fernández de Kirchner, ni a Rafael Correa, quienes sí han sido ferozmente perseguidos política y judicialmente;  tampoco lo hicieron para pedir justicia por Milagros Salas, por Berta Cáceres o por Marielle Franco. ¿En nombre de qué y de quiénes pedirán ahora que no se juzgue a los que sí son culpables?

Solo la justicia y el pueblo boliviano serán capaces de defenderse de la infamia y la manipulación. Ellos tienen la última palabra.