Los delegados al Octavo Congreso del Partido Comunista de Cuba (PCC) realizan desde hoy y hasta el 20 de marzo sesiones de análisis de los documentos programados para la cita, prevista en abril próximo.
Según reflejó el diario Granma, resulta un proceso de intercambio y esclarecimiento en todas las provincias del país, y un paso para la evaluación de los textos rectores en las comisiones de trabajo del evento.
El medio recordó que durante casi un año una representación del PCC, el Gobierno, la Comisión Permanente para la Implementación y Desarrollo de los Lineamientos del Partido y la Revolución, organizaciones de masas, académicos e investigadores procuraron la elaboración de los documentos.
Entre estos destacan una reseña de la economía durante el ciclo 2016-2020, la evaluación integral del modelo de desarrollo, una actualización de dicha estrategia y chequear el plan nacional de avance con vistas al año 2030.
Además del estudio de los resultados económicos y sociales del quinquenio precedente, la cita prevista entre los días 16 y 19 de abril profundizará en las proyecciones de trabajo.
De acuerdo con Granma, dichos años estuvieron marcados por dificultades de diversa índole, agravadas por el recrudecimiento del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto a la nación caribeña, además de problemas estructurales y deficiencias internas.
Desde 2016 hasta 2019, la economía cubana experimentó un discreto crecimiento del Producto Interno Bruto, a un ritmo del uno por ciento como promedio anual; y, para el 2020, se estima una contracción en el entorno del 11 por ciento, debido al impacto del cerco de Estados Unidos y de la pandemia de la Covid-19.
En ese contexto, el Congreso busca garantizar la continuidad e irreversibilidad del socialismo y avanzar en el mejoramiento de la calidad de vida de la población, en estrecho vínculo con la formación de valores éticos y políticos en la ciudadanía, subrayó Granma.
(Tomado de PL)
Si Trabajadores me lo permite, seré breve en esta historia real y de paso que le hagan llegar esta vivencia al Congreso para ver si se revisa de una buena vez la Política de Cuadros:
En mi Empresa, el Jefe de Aseguramiento es un inepto, un incapaz y un corrupto. Años atrás estuvo sancionado y fue sacado de ese cargo por robo y desvío de recursos, pero cómo es “Cuadro” lo pusieron en la misma Empresa con otro cargo, y siguió siendo cuadro, con los beneficios de los que los cuadros disfrutan. Hace dos años volvió para su cargo y como es lógico “a la carga”, no tiene control de los recursos que maneja, pero sí se lleva lo que le haga falta sin importar si afecta o no a la Compañía. No cumple con sus obligaciones de abastecer, no tiene ética… sin embargo, el técnico de su Departamento se ha echado encima toda la responsabilidad, es el que gestiona los insumos, es el que conoce las normas, es el que resuelve y organiza, el que controla… pero ese técnico, en primera es “técnico”, no importa que tenga la capacidad para asumir el cargo y lo haya demostrado con creces, simplemente “el cargo de Jefe lleva como requisito ser Universitario”, aunque sea ladrón y corruto debe ser universitario, y además, primero tiene la Empresa que analizar el caso, ver si se puede aplicar una “excepcionalidad”, luego “elevarlo” a la Compañía, a otro análisis y finalmente ver, si lo aprueba o no. O sea, no importa que el técnico sea bueno, que haya demostrado a diario que es capaz de ejercer el cargo y que además literalmente es quien lleva todo… El Jefe, aunque sea ladrón, corrupto y oportunista, es “Cuadro y Universitario” …. En fin, así no llegaremos a nada, jamás