¿Debe y puede la humanidad transformar su relación con la naturaleza y abordar las crisis del clima, la biodiversidad y la contaminación de manera conjunta, a fin de garantizar un futuro sostenible y prevenir futuras pandemias como la de la COVID-19 que hoy azota al planeta?
La necesidad imperiosa de enfrentar resueltamente el creciente deterioro medioambiental, así como la posibilidad real de alcanzar el éxito ante esa amenaza existencial, aparecen expuestas en el informe Hacer las paces con la naturaleza, del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), divulgado este jueves en la página web de este organismo, y que ofrece un plan integral para abordar nuestra triple emergencia planetaria.
El mencionado texto expone la gravedad de las tres crisis ambientales mundiales con base en evaluaciones del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), de la ONU, y la Plataforma Intergubernamental científico-normativa sobre Diversidad Biológica y Servicios de los Ecosistemas (IPBES), así como la Perspectiva del Medio Ambiente Mundial del PNUMA; también incluye los estudios del Panel Internacional de Recursos y nuevos hallazgos sobre la aparición de enfermedades zoonóticas como la COVID-19.
A modo de ejemplo, el informe destaca que la temperatura global de la Tierra avanza hacia un aumento en este siglo de al menos 3 °C por encima de los niveles preindustriales; más de 1 millón de los aproximadamente 8 millones de especies de plantas y animales presentan alto riesgo de extinción, y las enfermedades causadas por la contaminación matan anualmente a unos 9 millones de personas.
La degradación ambiental impedirá alcanzar metas previstas en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU para el año 2030, como la erradicación de la pobreza y el hambre, la reducción de las desigualdades y la promoción del crecimiento económico sostenible.
El reporte evalúa los vínculos entre distintos desafíos ambientales y de desarrollo, y expone cómo los avances científicos y políticas audaces pueden alcanzar el cumplimiento de los ODS en el 2030 y también lograr en el 2050 un mundo neutro en la emisión de gases de efecto invernadero —los nefastos GEI, que contaminan el medioambiente global y además originan el cambio climático—, al tiempo que se detienen la contaminación y la pérdida de la biodiversidad.
Asimismo, enfatiza en la necesidad de que toda la sociedad se involucre en la toma de decisiones, e identifica acciones clave que se pueden y deben emprender desde todos los sectores para lograr un mundo sostenible.
En esta dirección, los autores del informe formulan diversas sugerencias dirigidas a los Gobiernos, entidades internacionales, financieras y científicas, empresas y organizaciones no gubernamentales, así como también a las personas en particular.
Entre otras medidas, instan a reorientar los billones de dólares que se destinan a subsidiar combustibles fósiles o la agricultura y el transporte no sostenibles, hacia soluciones bajas en la emisión de GEI.
Igualmente sugieren promover la agricultura sostenible, el desarrollo de la movilidad eléctrica y la conservación de la biodiversidad, incluyendo en esta última la ampliación de las áreas protegidas.
Asimismo promueven la economía circular para minimizar el uso de recursos, y la aplicación de tecnologías y políticas de punta para reducir la emisión de GEI, aumentar la eficiencia de recursos y elevar la resiliencia de ciudades, industrias, comunidades y ecosistemas.
Las propuestas de la agencia de la ONU incluyen promover en la población una mayor cultura medioambiental, a fin de que todas las personas asuman en lo individual la conducta requerida para preservar la salud de la humanidad y la de todo el planeta.
“Al mostrar cómo la salud de las personas y la naturaleza están entrelazadas, la crisis de la COVID-19 ha subrayado la necesidad de un cambio radical en la forma en que vemos y valoramos la naturaleza”, afirmó la directora ejecutiva del PNUMA, Inger Andersen, al tiempo que añadió: “Los planes de recuperación verde para las economías afectadas por la pandemia son una oportunidad imperdible para acelerar la transformación”.
“Durante demasiado tiempo hemos estado librando una guerra suicida y sin sentido contra la naturaleza”, afirmó por su parte el secretario general de la ONU, António Guterres, durante la presentación del informe. Y añadió el titular de las Naciones Unidas:
“Este informe sienta las bases de la esperanza. Al reunir las pruebas científicas más recientes relativas a los efectos y amenazas asociados a la emergencia climática, la crisis de la biodiversidad y la contaminación que acaba con la vida de millones de personas cada año, pone en evidencia que nuestra guerra contra la naturaleza ha destrozado el planeta. Sin embargo, también nos muestra el camino hacia un mundo más seguro”
(Con información de páginas digitales del PNUMA y Noticias ONU)