Los días que se avecinan no parecen favorables para la prevención y control de la COVID-19. Al menos eso es lo que vaticinan los pronósticos a corto plazo. Los casos confirmados aumentarán; los pacientes recuperados también, pero en menor escala que el número de nuevos enfermos.
Son las previsiones. Los modelos matemáticos son bastante certeros. Sin embargo, las tendencias pueden romperse —hay que quebrarlas—, y lo dice —palabras más, palabras menos— el mismo matemático que coordina la construcción y corrida de los modelos, el DrC. Raúl Guinovart Díaz, decano de la facultad de Matemática y Computación de la Universidad de La Habana.
Cuando en las ecuaciones el ser humano es la variable principal, cualquier cosa pasa. Pero si se quiere, puede ser para bien. La tendencia es reversible con todas las medidas que se están tomando, y su estricto cumplimiento, afirmó Guinovart.
Tenemos que frenar la interacción entre personas sanas y contagiadas; tenemos que hacer todo lo que está establecido en los protocolos cubanos para la prevención y control de la epidemia causada por el nuevo coronavirus, sentenció.
En la reunión de esta semana del Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, con los científicos y expertos que participan en las actividades de ciencia e innovación tecnológica en el enfrentamiento al nuevo coronavirus, se discutió como es habitual la actualización de los modelos de pronósticos, entre otros asuntos.
El encuentro fue moderado por el viceprimer ministro Roberto Morales Ojeda. Asistió la vicepremier Inés María Chapman Waugh, y el titular del Ministerio de Salud Pública, José Ángel Portal Miranda.
La DraC. Beatriz Marcheco Terruel, directora del Centro Nacional de Genética Médica, presentó la actualización del estudio Factores de riesgo genético asociado a la severidad clínica de la COVID-19 en pacientes cubanos, un valioso análisis que recibió la máxima atención y elogios de los participantes.
La evaluación científica incluyó un estudio de convalecientes de COVID-19 en La Habana; otro sobre las características de la enfermedad en población pediátrica, y un tercero sobre el seguimiento prenatal de gestantes con COVID-19 y evaluación de recién nacidos. Se estudiaron además factores de riesgo inmunogenéticos en adultos mayores; factores de riesgo asociados a severidad y/o mortalidad y la respuesta de anticuerpos frente al SARS-CoV-2 en convalecientes, entre otros temas.
La DraC. Marcheco Terruel informó que el estudio particular de La Habana sugiere que el nivel de envejecimiento poblacional de los municipios de la región norte incrementa la frecuencia de adultos mayores con formas graves, lo que debe ser considerado como parte de las estrategias de prevención y de las estrategias organizativas de enfrentamiento a la epidemia.
Señaló que las alteraciones en los parámetros hematológicos que se observan transcurridos de dos a tres meses de haber padecido la enfermedad, indican la necesidad de un seguimiento prolongado a los pacientes que presentaron formas graves.
Además, la persistencia de síntomas durante la convalecencia fue independiente de la severidad de la enfermedad, lo cual precisa de una cuidadosa evaluación clínica para cada convaleciente en el escenario de la atención primaria.
Una segunda conclusión del estudio expone «que los menores de 18 años son diseminadores silentes de la enfermedad, al presentar con mayor frecuencia formas asintomáticas. Casi la mitad de los niños que se contagiaron no poseen anticuerpos frente al SARS-CoV-2, lo que supone un riesgo potencial de reinfección», por lo que «se recomienda considerar este hecho en el diseño de estrategias de prevención, incluyendo la vacunación profiláctica».
Otros resultados indican que:
- No se encontró evidencia de trasmisión vertical de la enfermedad madre-hijo, ni de efectos teratogénicos (sustancias que causan malformaciones en los fetos) como consecuencia de la infección ni del manejo terapéutico.
- El incremento de la edad y la presencia de grupo sanguíneo «A» son factores de elevado riesgo para el desarrollo de formas severas de la COVID-19 en el grupo de adultos mayores.
- Además del incremento de la edad, son factores de riesgo de mortalidad padecer de cáncer y de diabetes mellitus.
- Los pacientes que presentaron formas asintomáticas y leves mostraron menor cantidad de anticuerpos contra la región de unión del virus con el receptor, así como de la capacidad de inhibición de dicha unión. Ello implica vulnerabilidad respecto a reinfección por el virus, y hace necesario considerar una estrategia personalizada de vacunación para este grupo.
- Los individuos enfermos que presentan la característica genética de la variante A del gen para el TNF-alpha, en particular de la región oriental del país, mostraron una estadía hospitalaria superior y resultaron 4.6 veces más sintomáticos comparados con el resto de las regiones y la variante genética G del propio gen.
DEBATES DE TRABAJO
Este martes también se celebró, como es costumbre, la reunión diaria del Grupo temporal de trabajo para la prevención y control de la COVID-19, donde se debatió el incremento de casos en los últimos días en las provincias de Pinar del Río y Mayabeque, y la persistencia de la transmisión de la enfermedad en La Habana.
El encuentro fue encabezado por el Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, el Segundo Secretario del Partido Comunista de Cuba, José Ramón Machado Ventura, y el Primer Ministro, Manuel Marrero Cruz.
Realizado a través de videoconferencia en la que participaron autoridades políticas y gubernamentales de los territorios, participó el Vicepresidente de la República, Salvador Valdés Mesa, y el Presidente de la Asamblea Nacional, Esteban Lazo Hernández, además del Comandante de la Revolución Ramiro Valdés Menéndez y otros vicepremieres y varias jefas y jefes de cartera. (René Tamayo León / Presidencia de Cuba)