“Desde que se aplicó la nueva escala a los presupuestados, existe la preocupación en nuestro pequeño grupo de trabajo, integrado por seis médicos veterinarios en tres turnos de labor, acerca de la diferencia salarial con relación a nuestros compañeros fitosanitarios”.
Así señala Carlos M. Leyva Turruellas, vecino de la calle Pepe Torres no. 34, entre Cuba y Prado, Holguín, quien aclara que nos escribe porque han planteado esa inquietud en distintas instancias sin obtener respuesta.
“Nosotros estamos subordinados a la delegación municipal y ellos a la provincia, pero con similares condiciones de trabajo y rotación, y nos dicen que a nosotros nos consideraron al igual que a los inspectores del trabajo.
“Lo que no comprendemos, pues se ignora la complejidad del trabajo en un aeropuerto internacional, el flujo de aeronaves en entrada y salida, el de pasajeros a inspeccionar, decomisos e intercepciones.
“Así como el riesgo de laborar en un área que se relaciona no solo con el municipio, sino con el resto del país; actividad que actualmente está deprimida por la COVID-19.
“Al aplicarse la reforma salarial los fitosanitarios perciben 5 mil 310 pesos y nosotros 5 mil 60, lo que perjudica a los compañeros próximos a la jubilación.
“Destaco que estoy muy satisfecho con el salario de mis compañeros fitosanitarios, quienes reciben lo que les corresponde y está en equivalencia con sus colegas en los demás aeropuertos del país”.
En la carta al delegado municipal de la agricultura, firmada por Aliuska Pereira Herrera, coordinadora del servicio veterinario de frontera, explica que “la única diferencia entre unos y otros es que los fitosanitarios atienden la parte de salud vegetal y nosotros la animal”.
Soy una mujer de 70 años de edad, vivo con mi hijo de 46 años que no pudo estudiar por su enfermedad de los nervios y un tumor por el cual casi muere cuando tenía 19 años y con una hija de 47 que está enferma de los nervios y a estado ingresada en psiquiatría muchas veces desde sus 16 años,la única entrada en mi casa es mi jubilación de 1500 pesos,mi hijo tenía una patente de vendedor carretillero y la misma le fue retirada sin ninguna explicación, esperábamos que con las nuevas leyes le fuera permitido solicitarla nuevamente y no es posible. En las noticias se dice que «Nadie quedará desamparado», yo no aspiro que a mis hijos le den una pensión por estar incapacitados para trabajar, pero ¿de qué vamos a vivir?, De la electricidad solamente tengo que pagar alrededor de 350 pesos, en medicamentos para mi hija y para mi otro tanto más, el agua, CDR, FMC, un paquete de pollo como mínimo 100 o 150 pesos, los alimentos de la canasta no alcanzan para los primeros 15 días del mes, en las redes de mercados ideales ya no se vende nada, ni arroz, ni azúcar, ni cárnicos, ya todo es por dólares y yo no tengo a nadie que me mande un medio extranjero, ¿Que puedo hacer? ¿De que forma legal mi hijo puede vender en su carretillita? Que esas personas que son tan inteligentes y están reformando y haciendo todas estas nieves leyes y cambios me den una respuesta, estoy al punto de la locura ya, de quitarle la vida porque ya esto no lo soporto más.
Si Fidel viera todo esto.
Que es esto DIOS mío.
En nombre de DIOS, de Fidel, de todos nuestros mártires «Tengan misericordia de nosotros».
Aracelis Cervantes Acosta
Calle Contreras, #27602int, ent: Callejón de Madam y Magdalena, Matanzas, Matanzas.
Para que su planteamiento sea atendido y tramitado por el Departamento Buzón Abierto del periódico Trabajadores, por favor, escriba a buzon@trabajadores.cu
Yo no diría la diferencia con los colegas fitosanitarios que pétenecen al mismo ministerio y realizan la misma labor pero en vegetales yo nos compararia con nuestros propios colegas veterinarios en los demás aeropuertos que están en la misma escala salarial que ellos en que consiste la diferencia en una mala interpretación de documentos o en testarudes o poca tolerancia a la equivocación