Henry Mazorra Acosta es un arquitecto agramontino que desde hace más de 20 años se empeña en rescatar cada rincón de la historia edificada del Camagüey. La ciudad histórica y el patrimonio se han convertido en el leimotiv de su labor.
Desde que se graduó se unió a la Oficina del Historiador de la Ciudad de Camagüey (OHCC) y muchos han sido los proyectos que han liderado juntos, todos vinculados con la conservación del patrimonio.
“Los temas arquitectónicos que he ejecutado han sido muy variados, comenta. Porque cuando eres arquitecto tienes que resolver cualquier necesidad y los edificios pueden tener disímiles funciones. Así he trabajado en proyectos de cafeterías, museos, centros culturales y eso ha enriquecido mi trabajo, porque los retos son variados.
“Por ejemplo el más reciente conlleva el rescate en el Cementerio General de Camagüey, uno de los más antiguos de Cuba, del necrocomio, espacio donde se depositaban los cadáveres que no eran reconocidos.
“El propósito fue diseñar allí un Centro de Interpretación, que son muy populares, están de moda y son una especie de museo moderno, pero monotemáticos. En ellos se apela a formas interactivas para que quede en la memoria del visitante.
“El edificio agramontino fue edificado en el siglo XIX, pero llegó a la actualidad casi destruido y sin la cubierta. Como parte del quehacer de la Oficina se rescataban diferentes espacios del cementerio y el necrocomio resultaba ideal para preservar esa historia.
“Además nos permite ir más allá de la intervención física y que el trabajo no solo fuera rescatar, sino de paso crear lugares que contribuyan a educar y promocionar los valores del cementerio.
“De igual manera contribuyo con la formación de las nuevas generaciones como profesor en la escuela de oficios que organiza la OHCC. Pero la investigación es algo que me apasiona, principalmente sobre la arquitectura del siglo XIX; para comprender cómo la ciudad evolucionó y transformó en esos años”.
Por esa entrega, por los espacios donde se encuentra su huella, entre ellos cafetería especializada Café Ciudad o en el Museo Memorial a las Víctimas del ciclón de 1932, en el municipio de Santa Cruz del Sur; por su destacada labor en la conservación y el sostenido trabajo en la realización de proyectos constructivos durante tantos años, en el marco de las celebraciones por el cumpleaños 507 de la ciudad, se le entregó el Premio Alarife Público Fulgencio Arambula.
Este reconocimiento se diseñó para agradecer a personas e instituciones que contribuyen a salvaguardar las huellas patrimoniales del centro histórico de la ciudad. Y Henry mucho se ha empeñado en ello.
Sin embargo, considera que este premio no es su consagración, sino un “elogio que ha tenido la Oficina para con mi trabajo y por supuesto me da alegría que se reconozca, pero sé que queda mucho por hacer. Esto es un suceso que me impulsa a seguir investigando sobre la arquitectura patrimonial de Camagüey y la historia”.