Desde hace poco más de una década la labor de la Empresa de Radiocomunicación y Difusión, Radio Cuba, en Granma, ha resultado vertiginosa. Varios retos han asumido sus trabajadores, quienes, habitualmente desde el anonimato, han ido cosechando éxitos en la medida que los superan.
Asegura Yunior Blanco Arias, director de la entidad, que el año 2020 fue decisivo en el avance de proyectos y procesos pendientes, desde su objetivo de bridar servicios de radio y televisión.
“Como creadores de infraestructuras logramos en este año dar un salto significativo hasta alcanzar la colocación de 114 transmisores en nuestra red, para el beneficio de unas 900 mil personas. Ahora solo nos restan unas 3 mil por permitirles el acceso a la televisión con calidad.
“Esta población que nos queda en zonas de silencio la tenemos bien caracterizada y es parte de los objetivos para comenzar la planificación de nuestras inversiones de este 2021. En este período también vamos a hacer un ajuste razonable, para ser prudentes y efectivos a la hora de llegar con nuestro servicio a esas personas que aún no disfrutan de la televisión digital”.
Un reclamo por revertir fue, por mucho tiempo, la ausencia en algunos hogares de la programación de la telemisora provincial:
“Esta señal —informa— ya la extendimos a toda la red de equipamiento nuestro. Fue un paso importante porque desde hace algunos años los habitantes de no pocas comunidades veían las transmisiones de otros canales vecinos, como Tunas Visión, de la provincia homónima, y Tele Cristal, de Holguín. Al propio tiempo creamos la plataforma para la entrada de la señal del Canal Habana y otras de reciente salida al aire”.
Agrega el directivo que el pasado año se instalaron nueve transmisores nuevos, y que con esa acción cumplieron el viejo anhelo de llegar con la digitalización a las cabeceras de los municipios de Guisa y Jiguaní. Ahora cuenta la provincia con 21 unidades de este tipo: tres de ellas de alta definición, por lo que el 99.7 % de la población accede ya a este servicio.
Pero las limitaciones que enfrenta la nación, por los efectos desfavorables del embargo económico, comercial y financiero por parte del Gobierno de los Estados Unidos, alcanza también a las buenas intenciones de Radio Cuba, por lo que el esfuerzo de ingenieros, técnicos y torreros se truncan a su paso.
“La gran dificultad de hacer realidad el eslogan La señal está en al aire, hágala suya, tiene que ver con el dispositivo de recepción, lo que conocemos como cajita decodificadora. Hace dos años, aproximadamente, no tenemos esa oferta en las cadenas de tiendas de TRD, Cimex y Copextel.
“La dirección del país se ha pronunciado por tratar, en lo posible, de resolver esta carencia, por lo que se espera que en el año que transcurre se vuelvan a comercializar”.
Sin obviar todos los esfuerzos de la División Granma de Radio Cuba, llevan consigo un aporte que los enaltece un poco más. Se trata de las acciones ejecutadas en comunidades de la Sierra Maestra, cordillera montañosa más prominente de la isla antillana, donde las condiciones son difíciles y las distancias acentuadas.
“El quehacer en esas zonas de silencio lleva otro tratamiento. Se requiere de una coordinación detallada y mayores volúmenes de recursos. Lugares muy alejados y pequeños llevan una movilización significativa; sin embargo nos satisface lo que hacemos. El apoyo de los pobladores es el que decide el resultado final. Si logramos que estos se involucren y se identifiquen con el proceso, el trabajo se realiza de manera ágil y con más calidad. Y ese ha sido el gran éxito de Radio Cuba”, remarcó Blanco Arias.
Por el empeño demostrado allí, este 24 de febrero, cuando los trabajadores de las comunicaciones, la informática y la electrónica celebren su día, una brigada de la entidad granmense y dos de sus más destacados afiliados recibirán la distinción de Proeza Laboral.