En 27 años de fundado jamás fue tan difícil como hoy para el Centro de Desarrollo de la Montaña en Guantánamo superar la ciencia y la innovación tecnológica desde las serranías.
Así lo aseguró en declaraciones a la prensa Noryaisi Abreu Romero, Subdirectora de Ciencia de la institución quien añadió que «han sido momentos de muchos desafíos para sus investigadores, que han utilizado el intercambio en las redes sociales y disímiles alternativas para favorecer el avance de numerosas indagaciones».
«Nuestros investigadores la mayoría viven en las ciudades y en Guantánamo los grandes laboratorios están en las formas productivas, lo cual ha sido muy difícil en medio de la restricción de movilidad, sin detenernos para avanzar».
En ese sentido, la directivo significó la creatividad ante los problemas ocasionados por el recrudecimiento del bloqueo norteamericano a Cuba, asimismo el enfrentamiento a la disponibilidad y calidad del agua, la pérdida de la diversidad biológica y los efectos crecientes y cada vez más insospechados del cambio climático.
«Se trabaja con tecnologías propias para resolver los problemas de los ecosistemas locales en una provincia con determinadas complejidades desde el punto de vista cultural, dada la marcada presencia de producciones agropecuarias aún muy dependientes de los factores climáticos y de la cultura del productor».
Tenemos el Proyecto Sombrilla, que lleva al campesino de las montañas las tecnologías más amigables y protectoras del ecosistema, en tanto garantizan mejores producciones y rescatan las costumbres y saberes tradicionales del campesinado, que a su vez, generalizamos hacia otras comunidades para su aprovechamiento y perdurabilidad», explicó Abreu Romero.
Más que una institución científica certificada y consagrada al trabajo mediante proyectos, con excelentes resultados respecto a la transferencia de tecnologías amigables al Medio Ambiente y el desarrollo agropecuario con especificidad en los ecosistemas montañosos, el CDM interviene además, en tres proyectos nacionales referidos al estudio de las propiedades agrobiológicas y medico farmacéuticas de plantas de relevancia para el desarrollo económico local.
«De conjunto con la Empresa Procesadora de Café Alto Serra, mapificamos también las áreas de Cacao que esa entidad posee, y examinamos las propiedades y autosuficiencias del cultivo para ser más ecológico, sano y apto a la exportación».
También llevamos 20 años estudiando la temática del Coco y comparándolo con lo que se tiene hasta hoy sobre esta planta en el mundo. Nuestra indagación responde a la Tarea Vida y se encamina al desarrollo y reproducción del fruto en el municipio de Baracoa, donde es predominante en la provincia, así como su adaptación al impacto del cambio climático y la producción de alternativas y medios biológicos para el enfrentamiento a los ácaros rojo, blanco y otras plagas que lo afectan».
Al mismo tiempo, como parte de uno de sus servicios estatales el centro lleva los productos obtenidos de colmenas de abejas hacia el Hospital Pediátrico y hogares de ancianos, donde niños y personas de la tercera edad los reciben en calidad de suplementos dietéticos, o para el tratamiento de enfermedades de la piel.
La Subdirectora de Ciencia del CDM agregó que hoy estudian las capacidades de los líquenes cubanos en función de la defensa de las plantas al ataque de plagas y enfermedades, así como la producción de medicamentos y bioestimulantes.
Subrayó que este es un proyecto creado en la provincia pero ya apuntado por la comunidad científica en todo el país, donde también se generalizan sus obtenciones sostenibles de viandas, granos y hortalizas, como vía para sustituir importaciones de alimentos y satisfacer las demandas de la población.
Una plantilla de 64 trabajadores logran materializar el crecimiento de las producciones agrícolas en los campos de la región, en tanto incentivan el poder de la alianza ciencia, empresa y comunidad en un territorio cubierto en más del 75 por serranías.
Fundado un tres de febrero por el entonces Ministro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, Raúl Casto Ruz, su compañera y eterna Presidenta de la Federación de Mujeres Cubanas (FMC) Vilma Espín Guillois y la Doctora Rosa Elena Simeón, otrora titular del CITMA, el CDM sirve aún durante la crisis sanitaria su propósito de abanderar -al decir de Raúl- «la ciencia como guerrillera de las montañas».