La Editorial Oriente, del Instituto Cubano del Libro, hace unos años, al diseñar las propuestas de su catálogo, tuvo la feliz iniciativa de crear una nueva colección dedicada a publicar libros para quienes, en palabras del Héroe Nacional José Martí, son los que saben querer, son la esperanza del mundo.
Nace así la Colección Ala y Espuela que, con diseño de Rolando Castro Ramírez, se encarga de presentar libros, tanto en prosa como en verso, de autores cubanos de diversas generaciones, estilos, tendencias, acompañados de ilustraciones con la firma de creadores de las artes plásticas de la isla.
Coinciden dentro de ese catálogo, dos libros que tienen varios rasgos en común: ambos son poemarios, ambos están dirigidos al público infantil, ambos se publican en el año 2015 y ambos han sido escritos por dos creadoras que, antes de interesarse en la literatura, habían desarrollado una conocida y reconocida carrera en otras manifestaciones artísticas.
Dice la luna (56 pp), la primera de esas obras, pertenece a la actriz Cristina Obín quien en este cuaderno, ilustrado por Valerio, ha reunido una veintena de poemas que, a través de un despliegue de imaginación y fantasía, recrea elementos de la naturaleza con el noble afán de cautivar la atención de los pequeños lectores.
Así lo confirma este texto, «Dice la luna», que sirve de títulos a la entrega:
Dice la luna que quiere
bañarse en agua de mar,
mojar su brillo en espuma
y ser novia de un coral.
Tener un collar de perlas,
una estrellita de sal
y un caracol por anillo
cuando se vaya a casar.
Que sea de arena fina
su cama matrimonial
y su coche, una ballena,
¡que la lleve hasta el altar!
Lunita, quédate quieta
en el cielo donde estás.
Si te mojas y se apaga
esa luz de tu brillar,
¿cómo duermo por la noche
si no te puedo encontrar?
Actriz de la televisión, el cine, la radio y el teatro, Cristina Obín (La Habana, 1950) es autora, entre otros libros para el lector infantil, de Canciones para contar (2006), Casa de tela (2010), Otro Ratón Pérez (2011), Un sombrerito mambí (2013), Desconcierto en el concierto (2013), Pescando un sueño (2014) y La novia de Elpidio (2018).
En Triquiñuela triquitraque. Recovecos del lenguaje (40 pp), su autora, Isabel Blanco Reyes, recrea un fantasioso universo en que güijes, hadas, duendes, protagonizan las historias contadas en quince poemas que integran este cuaderno dirigido a los pequeños, que llega acompañado de las ilustraciones de Albertho Díaz de León.
«Travertijo», uno de los poemas de la colección, evidencia la musicalidad que caracteriza la entrega:
Para Angelito Guilarte
y sus trotaternuras
Trama tretas
Tropa tumbos
Trampas tienta
Trepa trucos
Tiernos trapos
Trota mundos.
Antes de Triquiñuela triquitraque. Recovecos del lenguaje, Isabel Blanco Reyes (Santiago de Cuba, 1947), bailarina, coreógrafa, profesora y metodóloga de danza moderna, ya había publicado, en el año 2008, otro poemario para niños, titulado Nanas de la abuela sola, con 25 composiciones para leer, cantar y danzar.
Con Dice la luna y Triquiñuela triquitraque. Recovecos del lenguaje, se enriquece la literatura para niños escrita en la isla. Son dos poemarios que, indiscutiblemente, entretienen y enseñan, empeños que contribuyen a que los pequeños que se aventuren en sus páginas disfruten una amena y aleccionadora lectura.