El rigor en el cumplimiento de los protocolos de bioseguridad en instalaciones de Varadero, principal balneario de la Mayor de las Antillas, fue constatado por Osmar Ramírez Ramírez, secretario general del Comité Provincial de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC ) en Matanzas.
En un recorrido por los hoteles Meliá Internacional, Sol Palmeras y Royalton Hicacos, intercambió con directivos, representantes sindicales y empleados sobre el impacto de la pandemia en un sector que mantiene su vitalidad, ajustado a las características de la fase de transmisión autóctona limitada en la que se encuentra este occidental territorio.
Ramírez Ramírez expresó que “en medio de tan compleja situación epidemiológica cobra capital relevancia el sentido del cuidado y la responsabilidad en el puesto laboral, el barrio y la casa, para no contraer el Sars Cov 2”.
Reiteró que los protocolos deben satisfacerse estrictamente tanto para cuidar la salud las personas como a la economía de un país necesitado de no interrumpir la prestación de los servicios en un sector tan estratégico como este.
Ponderó el desempeño y la alta entrega de los hombres y mujeres de la industria de ocio matancera, que “cotidianamente desafían los peligros de la Covid-19, por ser esta una de las esferas de la prestación de los servicios de mayor riesgo para contraer la contagiosa enfermedad”.
Acompañado por María Caridad Ortega Rodríguez, secretaria general del Sindicato Municipal de Trabajadores de la Hotelería y el Turismo en Cárdenas, Ramírez Ramírez llegó al Meliá Internacional, instalación donde el subdirector Amado Acosta Hernández aseguró que el hotel está apto para seguir recibiendo clientes.
Hasta este martes, aseguró, se hospedaba allí casi medio centenar de huéspedes, algunos de los cuales celebraron la seguridad del lugar, donde confort, bello tramo de mar y trato afable regalan maravillosa estancia.
Al recorrer los canteros del Meliá Internacional, dijo que era ese un verdadero ejemplo de cómo se pueden bajar costos cosechando en el propio hotel cultivos de ciclos cortos, en beneficio de la alimentación de los trabajadores y también de los turistas.
A su paso por Sol Palmeras, el dirigente sindical fue puesto al tanto de las medidas allí aplicadas para preservar la salud, entre las que figuran el temporal traslado del comedor obrero de un lugar cerrado a otro abierto, ubicado ahora en un espacioso restaurante, lo que favorece el distanciamiento físico.
Arnaldo Díaz Hiedra, al frente del buró sindical, explicó que los empleados están conscientes de que la vacuna más eficiente es cuidarse y honrar los protocolos. “Hemos estados todos estos meses con muchos clientes, tanto nacionales como extranjeros. Se trata, siempre lo decimos, de no bajar la guardia ni un segundo, para no arriesgar”.
Manifestó que el Sindicato, en su función de representante, es el primero que tiene que exigir y velar por el cumplimiento de los protocolos, para “que quienes nos visiten salgan satisfechos y respiren un ambiente de tranquilidad”.
De la cadena Cubanacán y contrato mixto con la internacional Blue Diamond, en el Royalton Hicacos existe la percepción de que si se respetan las medidas higiénico-sanitarias, se podría enfermar alguien, pero no habría brotes. “Sabemos que no podemos arriesgar nada. Así que todo cuidado es poco”, sostuvo Amaurys Echevarría, secretario general del Buró Sindical.
La visita del secretario general de la CTC en Matanzas a instalaciones de Varadero tuvo lugar en el contexto de la reciente actualización realizada por el país de los protocolos para los viajeros que lleguen a la Mayor de las Antillas, entre los que figura poseer un resultado negativo de prueba PCR, examen libre de costo al que también se someterán a su arribo a los aeropuertos cubanos.
En Varadero, la existencia de grupos básicos en las instalaciones, integrado por médicos, enfermeros y epidemiólogos, dota de gran seguridad el manejo de la salud, a lo que se une la infraestructura asistencial del balneario, donde trasciende la labor de la Clínica Internacional.
Los hoteles Meliá Internacional, Sol Palmeras y Royalton Hicacos, estos dos últimos con la categoría de Vanguardia Nacional, figuran entre los ocho hoteles del Ministerio de Turismo que hoy operan la afamada Plaza Azul, península donde ya entraron en su fase final inversiones de cara a la Feria Internacional de Turismo (FitCuba), fijada para mayo de este año.