“No vemos como positiva esa tendencia, cuando las élites en Washington y otras capitales occidentales buscan resolver sus problemas internos con la búsqueda de enemigos externos con acusaciones contra Rusia, China, Cuba, Venezuela o Irán, llama a Occidente a respetar derecho internacional”, señaló el canciller ruso Serguei Lavrov, recientemente, a la vez que llamó a respetar el derecho internacional y evitar acusaciones contra determinados países para desviar la atención.
Lavrov consideró que una decena de países ignora el derecho internacional y da pasos para determinar sus derechos en base a normas corporativas y esa actitud de países como Estados Unidos y algunos de sus socios es bastante negativa, pues estos no pueden pretender unilateralmente imponer su política.
El jefe de la diplomacia rusa recordó que hay estados que pierden ahora peso en la esfera internacional, pero otros quieren mantener su identidad y su civilización, por lo cual debe mostrarse una necesaria tolerancia y capacidad de aceptar la diversidad, algo que parece haberse perdido en los últimos años.
Señaló que Estados Unidos y sus aliados han ignorado los llamados internacionales a poner fin a las sanciones ilegales, sobre todo en momentos en los que estas han limitado el envío de medicamentos y alimentos, una ayuda necesaria más que nunca en tiempos de COVID-19 y que el propio presidente ruso, Vladimir Putin había sugerido la creación de corredores verdes para suspender las sanciones unilaterales durante la pandemia.
El canciller ruso reiteró la disposición de su país para cooperar en la producción de sus vacunas contra la COVID-19, como ya se hace con países de América Latina, Asia y África, solidaridad que no siempre se manifiesta pues Occidente sigue empleando las sanciones, el ultimátum y las presiones como método unilateral, aún en medio de la situación sanitaria internacional.
Las sanciones ilegales de Washington continúan
La administración de Donald Trump, quien había anunciado su supuesto interés por mejorar las relaciones con la nación euroasiática, aplicó más de 40 paquetes de sanciones, con repercusión en los sectores energético, industrial, militar, científico y de la construcción, así como contra personalidades y funcionarios del país y a pocas horas de concluir su mandato, las medidas seguían apareciendo.
Según informó la agencia Prensa Latina, el vocero del Kremlin, Dmitri Peskov, denunció las acciones ilegales de EE.UU. para impedir la terminación del gasoducto Torrente Norte 2 – de dos mil kilómetros de largo de los que faltan 160 por construir – encargado de llevar unos 50 mil millones de metros cúbicos anuales de gas natural desde terminales del norte ruso a Alemania a través del mar Báltico.
Para Peskov, las restricciones impuestas al buque Fortuna, relacionado a las obras del gasoducto y a la compañía KVT-Rus, a quien pertenece esa embarcación, viola el derecho internacional, por lo cual su gobierno sigue de cerca esta situación y ratifica que continuarán las labores de construcción del gasoducto.