Honrar las normas de bioseguridad en los colectivos laborales resulta esencial en la preservación de la salud humana y la economía ante rebrote de la Covid-19 en Matanzas, consideró Osmar Ramírez Ramírez, secretario general de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC) en este occidental territorio.
En declaraciones a la prensa, el dirigente sindical cuestionó a quienes aún violan lo establecido en centros de producción de bienes y de servicios, negativa postura que pone en “tres y dos” el normal funcionamiento de la economía yumurina en un contexto donde se abre camino la Tarea Ordenamiento, reconoció.
“Lo que importa es la salud de los trabajadores, pero también el bienestar y su calidad de la vida. Por eso toda protección es poca”, significó.
“Si tan solo se respetaran los preceptos de la política de Seguridad y Salud del Trabajo, no habría que lamentar interrupciones en los centros laborales por contagio de Sars Cov2”, señaló Ramírez Ramírez. “Corresponde a las administraciones, según mandato legal, crear, exigir y controlar las condiciones favorecedoras de ambientes higiénicos y seguros”, precisó.
Reconoció que de la misma manera que a los directivos toca hacer su parte, los empleados deben cumplir las instrucciones y regulaciones de Seguridad y Salud, así como también usar métodos seguros en sus faenas, colaborar en la erradicación de las condiciones inseguras en el entorno laboral y en la identificación y evaluación de riesgo para el mejoramiento de las condiciones de trabajo.
Sin embargo, admitió, resulta esencial el desempeño de las organizaciones sindicales en la base, para exigirle a la administración la observancia en el uso del nasobuco, la desinfección de manos y calzados, de las superficies y del distanciamiento en los comedores obreros.
“Lo más importante es la postura individual, el comportamiento de los empleados y empleadores en su relación con una pandemia que suele ser implacable contra quienes la subestiman, a pesar de la alta transmisibilidad de un virus que mata”, expresó.
Ramírez Ramírez precisó que es este el momento de seguir impulsando el trabajo a distancia, no solo en favor de los vulnerables sino también del aislamiento social, a lo cual mucho contribuyó esta modalidad en momentos picos de la pandemia en 2020, opción que en aquella ocasión benefició a unos 30 mil 268 habitantes de esta región.
Llamó no descuidar los protocolos en sitios de grandes concentraciones de población laboral, muy en particular en hospitales, obras en edificación y albergues de los constructores, en los hoteles y otras instalaciones turísticas, así como también en los centrales.
El secretario general de la CTC en Matanzas expresó su convencimiento de que “si acatamos con disciplina las medidas del Consejo de Defensa Provincial, estaremos en condiciones de frenar la pandemia con más rapidez. También es crucial la colaboración de la familia matancera”, afirmó.
Reiteró la relevancia de Matanzas en la estructura económica del país, otra razón, dijo, para controlar la COVID-19 en una provincia ubicada hoy entre las tres de mayor tasa de incidencia de la enfermedad.
El año pasado, los brotes de la COVID-19 vinculados a centros laborales complejizaron el control de la pandemia en el país, una tendencia que en Matanzas cobró mucha fuerza, toda vez que los siete eventos ocurridos en predios yumurinos fueron los causantes de las más altas cifras de enfermos.