Bajo el título Cuba Sobrevivirá, la Casa de las Américas emitió una declaración contra la reciente inclusión de la mayor de las Antillas, por parte del gobierno de Estados Unidos, en la lista de países patrocinadores del terrorismo.
En su sitio web La Ventana, la Casa denunció que esa acción confirma que el mandatario saliente en Estados Unidos, Donald Trump, es un baldón para el país que debió representar, y su memoria no merece respeto alguno.
Cuba lo sobrevivirá en pie, como ha hecho hasta ahora, y volverá a triunfar ante los desafíos que los tiempos le imponen, aseveró la institución cultural, fundada en 1959.
Recordó en su denuncia que fue a comienzos de los años 80 del pasado siglo, en pleno ascenso del torbellino de la globalización neoliberal a la que Ronald Reagan arrastraba al mundo, que Cuba fue incluida en una lista de países definidos arbitrariamente por EE.UU. como terroristas.
Ni siquiera sus aliados eurooccidentales les secundaron entonces, y Cuba pudo avanzar en relaciones de colaboración e incluso en la renegociación de la deuda externa con sus acreedores en aquellos años, apuntó.
Según el texto, más de tres décadas vivió la isla bajo los efectos de esa injustificada decisión, con total sordera de Washington a objeciones y sin argumento probatorio alguno, hasta que la administración de Barak Obama decidió levantar la injusta sanción, en 2015.
Al cabo de cuatro años de una agudización enfermiza del acoso hacia nuestro país, sin reparar en el daño infligido a su población, ni en beneficio de tipo alguno para nadie, y a solo una semana de abandonar la Casa Blanca tras la derrota en el intento de relegirse a la presidencia, Trump ordena anunciar que han vuelto a incluir a Cuba en esa oprobiosa lista, añadió.
Como un modo de culminar su política hostil contra los cubanos, solo unos días después de atentar contra la decencia del pueblo estadunidense al inducir a sus seguidores a asaltar por la fuerza el Congreso, calificó Casa de las Américas la decisión de la administración Trump.
Se trata, de acuerdo con la declaración, de un gesto rabioso, típico de la obcecación del autócrata ante las causas perdidas, con el cual complace solamente a un núcleo cargado de odio que vive de la industria anticubana y se ha incrustado en la tradición conservadora de los Estados Unidos.
(Tomado de ACN)