La certeza de que el brazo político más fuerte de la Revolución son sus trabajadores, sus sindicatos, y que en este momento de pandemia y ordenamiento es imprescindible su capacidad, su inteligencia, para combatir las violaciones que ocurran, fue expresada el sábado último en la reunión de balance del movimiento sindical en la capital cubana.
El encuentro, atípico por la afectación que provoca el coronavirus en la provincia, estuvo encabezado por Ulises Guilarte De Nacimiento, secretario general de la Central de Trabajadores de Cuba, quien informó que entre las prioridades del movimiento sindical está el comienzo en este mes de enero de la información a los trabajadores acerca del plan y presupuesto para el año 2021.
Sobre ello dijo que esa presentación se efectúa bajo un esquema de perfeccionamiento del llamado trabajo no estatal. “Ese ejercicio de presentación deriva en mecanismo movilizador en la búsqueda de la eficiencia, primera tarea de la economía cubana”, sostuvo.
Refirió que es vital que el movimiento sindical eleve su papel movilizador y de representación de los derechos de los trabajadores, y recalcó que el sistema empresarial es responsable de generar la mayor parte de las riquezas del país utilizando los soportes que brindan recientes medidas para ese sector.
Entre las principales tareas del sindicalismo hoy, indicó continuar negociando los precios en los comedores, del transporte obrero, de los estímulos morales y materiales, los esquemas de los movimientos emulativos y productivos, así como la reglamentación jurídica que establece el Código de Trabajo.
“Además, puntualizó, hay que seguir atendiendo la generación de sistemas de pago, los procesos de interrupción y reordenamiento laboral.
En la reunión Luis Antonio Torres Iríbar, primer secretario del Partido en La Habana, habló a los dirigentes sindicales del territorio y les reiteró que el propósito fundamental de la Tarea Ordenamiento es la búsqueda de la prosperidad de nuestro pueblo.
“El nuevo salario tiene que respaldar los precios razonables, no los abusivos. No podemos permitir nada que irrite a los trabajadores, dijo. Si algo no es justo, rectificaremos: a eso nos enseñó Fidel”.
Subrayó que para el logro de tales objetivos es preciso hacer sentir la voz de los sindicatos, su representación, “discutir en las asambleas de afiliados, sin formalismos”.
Al valorar la difícil situación por la que atraviesa La Habana con respecto a la incidencia del coronavirus, manifestó la necesidad de que los trabajadores sean abanderados de las medidas higiénico-sanitarias que se asumen en la provincia para ese combate.