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Cargando...El país está en la antesala de cambios que permitan además de resistir la creciente agresividad del bloqueo estadounidense, continuar nuestra política trazada para desarrollar la economía.
Los medios de prensa brindan cada día informaciones de especialistas, por lo que no intento definiciones económicas, sino valorar lo que acontece con los precios en la vida cotidiana.
Específicamente llama la atención el que se impone a las mercancías que no fueron creadas por el vendedor y por tanto este no aportó los gastos necesarios que cada producto requiere para tener un precio adecuado.
Un breve ejemplo. A mediados de octubre se vendió en algunos establecimientos estatales un jugo de melocotón de importación a 25 CUP la lata, que realmente lo valía dada su calidad.
Sucede que a menos de 100 metros de donde lo vendieron un cuentapropista días después lo puso a la venta por 40 CUP la lata. Lo mismo ocurre con los refrescos embotellados que el Estado vende a 5 CUP y este establecimiento lo comercializa a 18 CUP. Incluyo la malta, a 40 y, en fin, la lista sería larga.
Esto ocurre no solo en el lugar donde aún están los productos señalados, incluso, en ocasiones acontece en establecimientos estatales.
Lo preocupante es quién y con qué derecho alguien le pone precio a los precios que sí responden al valor que costó producirlos.
En mi adolescencia trabajé en una tienda de ropa por la izquierda, pues legalmente no tenía edad para ello. Una de las cosas que aprendí fue que las mercancías tenían un tope de ganancia, no más, so pena de ser multado si fuera sorprendido por un inspector.
¿Existe aún esa legislación, fue cambiada por otra o ya no existe? Con ello la otra pregunta sería: ¿qué podría hacerse para evitar que la nueva normalidad para la que nos estamos preparando no sea una nueva anormalidad?
Un breve comentario no puede abordar un tema tan complejo que ya ha sido explicado en más de una Mesa Redonda y por colegas especializados en asuntos económicos, pero sí pudiera y es nuestro objetivo alertar a los que tienen el deber de poner fin a tal situación.
Convencido estoy de que, independientemente de los cambios que se avecinan, el consumidor agradecería una explicación sobre el tema.
A mi entender para poder contener la subida de precios desmedida y descontrolada, se debe unir la alerta de los consumidores a la accion oportuna de los organos de control digase inspectores y MININT). Porque nunca van ser suficientes las fuerzas del orden para alcanzar a cada posible violador. Pero el consumidor que no denuncia argumenta que cuando lo hace se queda impune y eso genera descredito en la poblacion al ver que denuncia y sigue la misma persona violando y muchas veces en el mismo lugar. He presenciado agentes del orden viajar en un transporte privado en el que los demas han pagado hasta el doble del precio establecido y esto tiene 2 explicaciones: lo paga tambien o hace caso omiso de la violacion a beneficio propio. No existe un controlador por cada vendedor pero lo que existen deben funcionar y actuar cuando el pueblo denuncie sino cualquier esfuerzo de la Revolucion para mejorar la vida del cubano va a ser en vano.
Si hablaramos de precios abusivos y no precisamente de refrescos, de comida necesaria. Ajo a 15 cuc la pata, frijoles a 60 cup la libra, col a 30 cup.Esto es en Cardenas. Y mi salario de 593.00 mas 23 cuc y hace tres meses no puedo pagar corriente ni agua. Si lo hago mi hija muere de hambre.Tienen que hacer algo ya. Donde esta el MININT.
Los precios suben porque la producción está estancada desde años y aumenta la existencia de dinero por emisiones inorgánicas. Mientras no aumente la producción y no se controle la emisión no existe método alguno de control de precios que funcione. Esto es economía elemental.
«El precio de los precios…»
Los precios siguen en la antesala porque en la sala se sigue apreciando cómo y cuando comenzamos a dar la respuesta económica que lleva la presencia real de los productos y su precio.
Todo lo demás en torno a ello se sabe, menos la clave de ese momento.
Sea diciembre, o sea en abril sigue siendo especulativo el comentario y, real la subida de precios, así como los productos que se ausentan del mercado.
Entre tanto: la decision de resistir la creciente agresividad del bloqueo estadounidense y de los precios en la antesala.
Gracias.
Es imposible convivir con ello, y veo esto desde la puesta en marcha de la ley de oferta y demanda, que no digo que sea el mal, pero para mí fue el detonande del acaparamiento a gran escala y los precios exorbitantes. y no lo miremos desde este año, ya que a pandemia solo hizo asentuarlo hasta más allá del límite y del soporte del bolsillo del trabajadior cubano. Qué debemos hacer, obligar a los TCP a no comercializar estos productos a esos precios, que se abastezcan y vendan como mismo venden las cafeterías estatales, incluso acepto un porciento por encima de esto, siempre y cuando no supere el 2%.
Quién le pone el cascabel al león? (Ha crecido tanto el gato que ya se convirtió en león). Solo hay una respuesta: Quienes tienen la OBLIGACIÓN de actuar ante estos delitos, (quién quiera puede buscar en nuestro Código Penal el concepto de delito)y no lo hagan, también están cometiendo delito. Pregunto: Nuestra Revolución de mas de 100 años, desde Cépedes a Fidel, se hizo para los humilfdes o para los delincuentes que pretenden enriquecerse violando todo lo establecido. El actuar (o la no actuación) de esos funcionarios y autoridades que permiten esto ponen hoy en peligro la supervivencia de la Revolución Cubana y estos enemigos pueden ser más mortales que los aviones o las bombas. Es que aquellos que enfrentamos en el Africa poderosos ejércitos, hoy le tenemos miedo a un puñado de delincuentes?. Sí, tenemos escaceses y privaciones, producto de múltiples factores internos y externos, pero estos señores lo agravan mucho más acaparando lo poco que hay y alejando de la población cada vez más la posibilidad de adquirir al menos algo. Estas mismas cosas sirven de pretexto a enemigos manipuladores para orquestar farsas como la de San Isidro. Si nuestro Gobierno no descansa buscando las soluciones para sortear los obstáculos que se nos imponen, los funcionarios y autoridades locales están obligados a seguirlo, y el que no quiera, o no se atreva a hacerlo debe irse o lo quitamos. Basta ya de impunidad. El Pueblo los apoya, pero tienen que convertirse en líderes, cada cuál a su nivel. Solo con Unidad en el criterio y el accionar podremos salir adelante.
lo que se comenta ya lo sabemos lo que hace falta que se comente que se hizo para revertir esta situacion
No solo eso que UD plantea. Hay una negativa de aceptar los precios que se topan, sencillamente, no vendo ese producto y ya o cierro la tarima. ¿Acaso eso no es una acción que se puede catalogar de contrarrevolucionaria?. Esto para mí es tan C/R como tirarle piedras a una tienda, hace más daño al pueblo. Ayer en el agro de 17 y G en el Vedado no vendieron lechuga, acelga, zanahoria, habichuela, etc y hubo tarimas y los puntos de venta de la minindustria cerrados. Debe tomarse la decisión de quitarle la licencia de por vida. En las tiendas estatales no hay maltas, refrescos, confituras, cervezas y otros de gran demanda y los TCP los tienen, los acaparan y no se hace nada. Imagine un refresco de lata cuyo precio oficial es 10 pesos, estos acaparadores los venden a 60 pesos. !Que abuso! en la cara de todos y que pasa. Bien y tu.
En lo que yo tengo dudas es saber diferenciar cuando estamos ante precios especulativos y cuando estamos ante los llamados precios recaudatorios.
El precio recaudatorio es el que pone por el Estado a artículos, generalmente que no son de primera necesidad, muy por encima del costo y cuyas ganancias se utilizan para solventar los gastos de otros productos o servicios de primera necesidad que ofrecen a precios muy por debajo del costo, y hasta gratis, como la salud y la educación, o los precios de la canasta en las llmadas bodegas. El precio especulativo es aquel que se pone a un producto o servicio, mediando solo el criterio de como sacarle mas provecho personal a cualquiera de ellos, y es el que utilizan hoy los acaparadores y revendedores que pululan en nuestros días.