“La Patria no se negocia, ni los principios, ni la dignidad de nuestro pueblo, ni la libertad de nuestros niños y niñas”, remarca con firmeza la colaboradora cubana de la Misión Cultura Corazón Adentro en Venezuela, Esmaile Preval, visiblemente indignada por el espíritu anexionista de los integrantes del grupúsculo de San Isidro.
“Los que hoy pretenden hacer de su propia comedia e irreverencia un chantaje, son los mismos que fueron a nuestras escuelas y han tenido el beneficio de una Revolución conquistada con sangre rebelde”, enfatiza y sus razonamiento tienen la fuerza de una mujer comprometida con los principios humanistas y solidarios que distinguen al pueblo cubano.
“Desde nuestra misión cerramos filas con absoluta certeza de que siempre nos esperará la victoria. La Patria, nuestra Estrella Solitaria son y serán del digno pueblo cubano”, exclama la combativa guantanamera.
“Cuba, los agradecidos estamos contigo”, enfatiza Esmaile y remarca: “Los de San Isidro no nos representan”, y a ella le asiste la fuerza de la entrega cotidiana en la Patria de Bolívar, donde contribuye al empoderamiento popular del arte y la cultura con su poder emancipador desde las comunidades más apartadas y junto a las personas más humildes.
Los más de 22 mil misioneros de la Isla antillana en Venezuela han expresado su más rotundo rechazo a quienes se prestan para ensalzar las campañas imperialistas que estimulan la desobediencia civil como parte de las acciones encaminadas a resquebrajar la unidad del pueblo.
Las opiniones expresadas en las redes sociales demuestran lealtad sin límites al invicto Comandante en Jefe Fidel Castro, a su legado antimperialista y la decisión irrevocable de continuar defendiendo la obra humana de la Revolución ante los intentos desestabilizadores y hegemónicos del imperio.
Fíjense si el grupúsculo es pequeñísimo, que mi hermana vive en esa zona con mis dos sobrinos, ni se habían enterado de los sucedido. Tengo una compañera que se sienta frente a mi, lo supo por mi, porque lo leí n Cubadebate los dos sucesos, los de la «huelga de hambre» y al otro día el que vino del exterior a hacerse el gracioso con otros que lo secundaba. Lo mejor de todo es que nada es serio, yo no sé por qué el gobierno de Estados Unidos pierde su tiempo con personajillos de este tipo que si no le dan la zanahoria, cada vez que ladran no hacen nada, de gratis, nada, todo es a cambio de zanahoria. !Qué verguenza de mercenarios! !Abajo la escoria! No nos pueden perdonar, estamos en sus narices, no nos pueden extirpar. Qué pena.