Sobre los desafíos planteados por esta enfermedad para la informática y las comunicaciones; así como los planes del sector en 2021, Prensa Latina conversó en exclusiva con la Viceministra de la rama, Ana Julia Marine.
De estos últimos, 1,3 millones trabajan con tecnología de cuarta generación de telefonía celular (4G LTE).
‘Ampliar ese servicio es uno de los mayores desafíos de Cuba para el año próximo, apuntó Marine.
Especificó que, además de los 72 municipios en los cuales actualmente existe ese tipo de conexión, en los 12 meses venideros se ampliará la cobertura a 51 más.
A ello contribuirá también la transición más rápida de la televisión analógica a la digital, pues se libera la banda de 700 megahercios (MHz), utilizada en el despliegue de la 4G, indicó.
Sin embargo, dijo, ‘la infraestructura con 3G continuará ampliándose también a fin de posibilitar con ambos servicios mayores facilidades de conexión por datos móviles a todos los usuarios del país’.
La viceministra puntualizó que otra de las prioridades para 2021 es extender las capacidades en la infraestructura y seguridad de los sistemas de telecomunicaciones relacionados directamente con las plataformas de pago en línea Transfermóvil y EnZona.
‘Dichas prestaciones para realizar bonificaciones electrónicas tienen gran demanda en la población, y creció su uso durante la etapa de pandemia de COVID-19 debido al confinamiento obligatorio y cese de algunos servicios presenciales’, apuntó Marine.
Estadísticas de la Empresa de Telecomunicaciones de Cuba (Etecsa) refieren que por Transfermóvil se realizan más de 10 millones de operaciones y más de dos gestiones de pagos o transferencias por segundo todos los meses.
Los usuarios la utilizan fundamentalmente para operaciones de traspasos entre tarjetas magnéticas, recarga de líneas celulares y cuentas permanentes Nauta, pago de las facturas de electricidad, telefónica, de impuestos, así como compras en tiendas virtuales.
Las proyecciones para el 2021 también incluyen alcanzar mayor cobertura de informatización en servicios públicos como los registros de estado civil, identidad, migración y demás trámites gubernamentales que realiza la población.
Además, el Ministerio en conjunto con Etecsa implementará una nueva forma de conexión inalámbrica para la cobertura Nauta Hogar, adelantó Marine.
Covid-19, lo digital en función de la salud
La entrada de la pandemia de COVID-19 en Cuba en el mes de marzo supuso, al igual que en el mundo, un giro de 180 grados hacia las tecnologías digitales de actividades como los espectáculos culturales, las conferencias de prensa, el curso escolar y hasta una variante para detectar nuevos casos con el coronavirus.
‘El uso de herramientas de Big Data, modelos matemáticos para la predicción del comportamiento del virus y de plataformas digitales vinculadas a los procesos de diagnóstico, gestión, vigilancia, prevención y control de la pandemia, permitieron el desarrollo de varias iniciativas’, subrayó Marine.
Con la llegada del SARS-CoV-2, patógeno causante de la COVID-19, surgió el Pesquisador virtual, desarrollado por la Universidad de las Ciencias Informáticas (UCI) junto con los ministerios de Salud Pública y de Comunicaciones.
Se trata de una plataforma en la cual cualquier persona mayor de 18 años realiza una encuesta epidemiológica de acceso gratuito, cuyos resultados pasan al área de salud correspondiente.
Los estudiantes de todas las enseñanzas pueden contar, además, con MiClaseTV, una aplicación móvil que permite la descarga (libre de costo) y visualización offline de las teleclases emitidas por la televisión nacional.
El Sistema de Gestión de Información para Laboratorios Clínicos Xavia LIS COVID-19, creado también en la UCI, posibilitó el procesamiento de datos de pruebas realizadas para la detección de COVID-19.
‘Con ello, se logra la integración en una base de datos única de la información de las muestras a realizar, de manera organizada y estructurada, y la generación de reportes para análisis estadísticos’, afirmó la vicetitular.
Marine destacó también las bondades del teletrabajo en Cuba, modalidad que se amplió a la par de la implementación de medidas sanitarias para evitar la propagación de la pandemia.
‘Con la infraestructura existente en Tecnologías de la Comunicación en el país pudo concebirse el trabajo desde casa como una modalidad que arrojó resultados favorables y que solo lleva control, pues sin dudas, llegó para quedarse’, aseveró.
Cifras divulgadas a fines de marzo por la ministra de Trabajo y Seguridad Social de la nación caribeña, Marta Elena Feitó, refieren que al cierre de enero de 2020 había unas cinco mil personas en teletrabajo.
Sin embargo, dos semanas después de la detección del primer caso de coronavirus en la isla el 11 de marzo, la cifra sobrepasaba los 112 mil y para junio, el cómputo oficial sobre todas las formas de trabajo a distancia era 627 mil 855.
La red de redes no será nunca una ‘nube’ pasajera en la historia de la humanidad. Estar conectados hoy en día casi significa existir y en ese mar enorme de navegación está Cuba.
Cinco pilares rigen el proceso de la informatización de la sociedad en la isla: ciberseguridad, infraestructura, creación de contenidos, marco legal y cultura responsable; todos en una carrera de enormes retos, tan veloces como la 5G, pero certeros y necesarios para alcanzar un mayor desarrollo económico y social. (Tomado de PL)