Fiscal General de EE.UU. autoriza investigar denuncias de fraude electoral

Mientras el candidato demócrata Joe Biden – al que varias fuentes dan como ganador con 290 (de los 270 requeridos) votos electorales y más de 75 millones de boletas a su favor-, coordina un equipo de expertos para enfrentar la epidemia de la COVID-19 que ha contagiado a más de 10 millones de conciudadanos, el actual presidente Donald Trump se empeña en no reconocer su derrota.

A pedido suyo el fiscal general, William Barr, nombrado en el 2019 por el propio Trump, autorizó a los fiscales federales de todo el país a que investiguen «irregularidades» en la votación.

Barr orientó que indaguen en “denuncias sólidas” antes de certificar el resultado oficial estadual de los comicios concluidos el pasado 3 de noviembre.

Tal proceder es poco usual en EE.UU. pues normalmente el Departamento de Justicia se mantiene ajeno a estas labores a fin de mantener su «compromiso absoluto con la justicia, la neutralidad y el apartidismo”, según afirmó Barr.

A pesar de las denuncias reiteradas de Trump y sus seguidores, hasta el momento las autoridades electorales y los observadores no han encontrado evidencias de fraude. No obstante, el mandatario insiste en que hubo una conspiración multiestatal para sesgar el recuento de votos a favor de Biden.

Según lo establecido, cada uno de los 51 Estados que integran la Unión tienen hasta el 8 de diciembre para hacer recuentos e investigar las impugnaciones. Los miembros del Colegio Electoral, integrado por representantes de todo el país, deben reunirse el 14 de diciembre para formalizar el resultado definitivo.

Vale añadir que luego de casi cuatro años en la presidencia, Trump tiene el récord del mandatario que más fiscales federales y jueces nombró, incluidos 3 (de 9) en la Corte Suprema. Entre esos nombramientos sobresale que la mayoría son hombres blancos de tendencia conservadora, según publicó recientemente la agencia noticiosa estadounidense Associate Press