Cuando Caracas era el epicentro de la COVID-19 en Venezuela, el hospital especial intermedio de campaña instalado en el Poliedro la ayudó a respirar mejor y ahí estuvo -y está- un grupo de colaboradores cubanos oxigenando, con solidaridad, las expectativas de vida de los enfermos.
Así lo reconoce el doctor Reinol Delfín García Moreiro, jefe de la Misión Médica Cubana en Venezuela, y agrega que la instalación sanitaria, la mayor de su tipo en Venezuela, también benefició a los Estados de La Guaira y Miranda.
El desafío de la pandemia
Desde el mes de julio en toda Venezuela, el Sars-CoV-2 manifestaba un auge en su propagación. Solo en el Distrito Capital, la cifra de casos positivos sobrepasaba los tres mil y el Gobierno bolivariano, en su afán de proteger al pueblo, tomó la decisión de fundar este centro.
“En Caracas estaban prácticamente colapsadas las capacidades hospitalarias. Fueron dos semanas de mucha tensión, pero ningún enfermo dejó de recibir el tratamiento indicado”, enfatiza García Moreiro.
Recuerda que las autoridades del país solicitaron el apoyo de la misión cubana y “la respuesta fue positiva, porque sabíamos que era el todo o el nada, ¿o abríamos el Poliedro u ocurría una hecatombe sanitaria en Caracas”.
Frente a la Covid-19 con el espíritu del Che
Desde que la Covid-19 entró a la nación sudamericana, la Misión Médica Cubana creó el Contingente doctor Ernesto Che Guevara para enfrentar la contingencia epidemiológica y 13 de sus brigadas, enarbolando su pensamiento solidario han prestado servicios en los sitios de mayores riesgos: zonas fronterizas y salas de terapia intensiva de los hospitales Universitario de Zulia y de Coche.
Y como dignos herederos del legado humanista del legendario Guerrillero Heroico, la brigada 10, integrada por 88 misioneros de la Isla antillana, procedentes de otros Estados asumieron el desafío en el Poliedro.
El colectivo estuvo conformado por 88 colaboradores cubanos y reúne médicos intensivistas y diplomados en Terapia Intensiva, y personal de enfermería especializado en terapia intensiva, emergencia y anestesia, y técnicos en Rayo X, Imagenología y Laboratorio Clínico.
Vencedores de la muerte
“En los primeros 89 días de labor ininterrumpida, el colectivo atendió a mil 246 pacientes, de ellos 772 con PCR positivo, el índice de recuperación fue del 85 por ciento y de letalidad del 0,2”, confirma el doctor holguinero Arley González Sánchez, jefe de la brigada.
Con palabras avaladas por su vasta experiencia profesional, González Sánchez, asocia esos resultados a “la entrega, la excelencia en el servicio, el respeto a las medidas de bioseguridad y el cumplimiento cabal de las indicaciones que se nos emitieron el día 2 de agosto, fecha en que comenzamos nuestras prestaciones aquí”.
Después de ese período de largas e insomnes jornadas, la brigada se renueva, “pues algunos de nuestros compañeros marchan a sus Estados de origen, por su inminente regreso a la Patria, unos con la misión cumplida y otros de vacaciones”, dice González Sánchez.
Pero, “nos quedamos laborando 56 y se incorporan otros 15 compatriotas que estaban prestando asistencia en el hospital de Coche y ya fueron recibidos aquí con los brazos abiertos, se les hizo un recorrido de familiarización por el escenario de trabajo y se les crearon las condiciones de alojamiento”.
El galeno reconoce que hoy la morbilidad tiene un comportamiento diferente en relación con los inicios, “pues solo tenemos un índice ocupacional del dos por ciento, con 6 pacientes ingresados” y como vencedores de la muerte asegura que “si la epidemia cambia su curso estamos preparados dar la respuesta que se nos encomiende”.
La fuerza de la unidad
Lo acontecido hasta hoy en el Poliedro de Caracas respalda el principio de que ante cualquier desafío la unidad es imprescindible para alcanzar la victoria.
Las Fuerzas Armadas Bolivarianas fueron artífices de la creación de ese gigante hospital de campaña, y en aras de su materialización articularon esfuerzos, además, los ministerios del Poder Popular para Relaciones Interiores, Justicia y Paz y de la Salud y los movimientos Somos Venezuela y Chamba Juvenil.
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