Joseph Robinette Biden Jr. fue elegido el sábado como presidente de los Estados Unidos, prometiendo «restaurar la normalidad política y el espíritu de unidad nacional» para enfrentar las crisis económicas y de salud, y convertir a Donald J. Trump en presidente de un mandato después de cuatro años. de tumulto en la Casa Blanca.
La victoria de Biden equivalió a un repudio de Trump por parte de millones de votantes exhaustos con su conducta divisiva y su administración caótica, y fue lograda por una alianza poco probable de mujeres, personas de color, votantes jóvenes y viejos y una pequeña fracción de republicanos descontentos. Trump es el primer titular en perder la reelección en más de un cuarto de siglo.
El resultado también brindó un momento histórico para la compañera de fórmula de Biden, la senadora Kamala Harris de California, quien se convertirá en la primera mujer en ocupar el cargo de vicepresidenta.
Con su triunfo, Biden, que cumplirá 78 años a finales de este mes, cumplió su ambición de décadas en su tercera candidatura a la Casa Blanca, convirtiéndose en la persona elegida presidente de mayor edad. Un pilar de Washington que fue elegido por primera vez en medio del escándalo de Watergate y que prefiere el consenso político al combate, Biden liderará una nación y un Partido Demócrata que se han vuelto mucho más ideológicos desde su llegada a la capital en 1973.
Ofreció una agenda demócrata convencional, pero fue menos su plataforma política que su biografía la que atrajo a muchos votantes. Al buscar el cargo más alto de la nación medio siglo después de su primera campaña, Biden, un candidato a fines del otoño de su carrera, presentó su vida de retroceso y recuperación a los votantes como una parábola para un país herido.
La contienda, que concluyó después de cuatro tensos días de escrutinio de votos en un puñado de campos de batalla, fue un referéndum singular sobre Trump de una manera que no ha sido la reelección de ningún presidente en los tiempos modernos. Codiciaba la atención y los votantes que lo adoraban o lo odiaban estaban ansiosos por emitir un juicio sobre su mandato. Los estadounidenses rara vez destituyen a los presidentes en ejercicio, pero desde el principio hasta el final de la contienda, Biden hizo del carácter del presidente un elemento central de su campaña.
MINIMA DE MALIS. DE DUOBUS MALIS, MINUS EST SEMPER ELIGENDUM.