Ozonoterapia frente a la COVID-19 en Venezuela

Con el apoyo solidario de la Misión Médica Cubana, Venezuela incorpora la ozonoterapia al protocolo de enfrentamiento a la COVID-19, y lo hace por el interés expreso del jefe de Estado, Nicolás Maduro Moros, y el afán de su gobierno de poner al alcance del pueblo las mejores experiencias en esta batalla por la vida.

Así lo afirma el doctor Lisbany Consuegra León, jefe del Programa de Ozono de la Misión Barrio Adentro, con quien converso acerca de otras aristas de esta singular práctica.

¿Cuándo se inicia el programa en Venezuela?

“El programa de ozonoterapia de la Misión Barrio Adentro comienza el 12 de agosto de este año, con un equipo constituido por cuatro médicos especialistas en Medicina Natural y Tradicional, igual cantidad de enfermeras diplomadas en ozonoterapia y un ingeniero encargado de la instalación de los equipos requeridos para su desarrollo.”

¿Cuáles son sus objetivos?

“El objetivo principal es la generalización de la ozonoterapia en la Misión Barrio Adentro. En un primer momento incorporarla al tratamiento de los pacientes positivos a la COVID-19 aprovechando sus acciones terapéuticas demostradas con sus efectos inmunomodulador y virucida, y su actividad antitrombótica, con el propósito de reducir o evitar el desencadenamiento de la cascada proinflamatoria responsable de la gravedad de los enfermos.

“Este tratamiento se hace de forma complementaria al esquema terapéutico aprobado por el Ministerio del Poder Popular para la Salud aquí y, al mismo tiempo, hemos conformado el programa de entrenamiento para ampliar conocimientos, habilidades y valores en los médicos, enfermeros y técnicos de la salud en torno a la ozonoterapia para el tratamiento de estos casos iniciando, simultáneamente, la asistencia médica y la docencia en los tres centros escogidos para ello.”

¿Con qué aval llega a tierra bolivariana esta práctica?

“En Cuba se comenzó a validar las propiedades y usos terapéuticos del ozono en la década del 70, del pasado siglo, en el Centro Nacional de Investigaciones Científicas (Cnic), que tiempo después sería el primer grupo de ozono en el país. De esta manera empezó el diseño, la construcción de los equipos generadores de ozono y la elaboración de productos ozonizados de uso médico y en cosmetología.

“Durante los años 80, de esa misma centuria, esta terapia se introduce en prestigiosos centros para desarrollar líneas investigativas. Tales son los casos del Hospital Salvador Allende, el Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí (IPK) y el Centro de Referencia Nacional de Retinosis Pigmentaria, donde fueron implementados protocolos terapéuticos para el tratamiento de esta enfermedad.

“En la actualidad la ozonoterapia está extendida como tratamiento complementario y coadyuvante en Cuba, y su uso abarca un amplio grupo de especialidades, que incluyen la ortopedia, neurología, odontología, pediatría, oftalmología, dermatología, reumatología y oncología, por solo mencionar algunas.

“Ya en el 2010 fue aprobada como una de las diez modalidades de la Medicina Natural y Tradicional reconocidas en nuestro país, al tiempo que a nivel internacional Cuba aparece entre las naciones con más investigaciones en tan promisorio campo y como uno de los Estados firmantes de la declaración de Madrid que regula el uso de la ozonoterapia.”

Y, ¿en el enfrentamiento a la pandemia?

“Como parte de la estrategia nacional de enfrentamiento a la pandemia, en Cuba se iniciaron los estudios para la aplicación de la ozonoterapia en los pacientes portadores de la COVID-19 y se incorpora esta modalidad en el protocolo médico y ya registra el primer ensayo clínico a nivel mundial con el método de insuflación rectal como única vía de aplicación.

“En estos casos utilizamos el ozono dadas sus bondades terapéuticas, que por vía rectal desencadena todos los efectos antioxidantes del organismo y es muy beneficioso, además, por su actividad antimicrobiana y anticoagulante, lo que disminuye la probabilidad de complicaciones en los pacientes.”

¿Su impacto en Venezuela?

“Hasta la fecha se han capacitado un total de 29 médicos, 16 licenciados en enfermería y 18 licenciados en terapia física y rehabilitación para prestar asistencia médica en los 16 servicios abiertos hasta ahora, los cuales están distribuidos en los Estados de La Guaira, Miranda, Aragua y en el Distrito Capital, dándole cumplimiento a los objetivos trazados para la primera y segunda fases del programa.

“Se han realizado más de dos mil 800 consultas médicas, se han atendido 333 pacientes, de los cuales 24 de ellos estaban en estado grave al inicio del tratamiento, 125 moderados y 184 leves.

“A todos se les aplicó ozonoterapia rectal, según esquema terapéutico, y de ellos 224 se han recuperado con una evolución favorable hacia la mejoría de sus parámetros clínicos y humorales, destacando que los 24 pacientes graves progresaron a moderados entre el quinto y sexto días de tratamiento, y ninguno de los enfermos transitó a estados más graves. Existe gran satisfacción entre los beneficiados, quienes incluso la recomiendan. Todos negativizaron el PCR al concluir proceso.

“En sentido general son de alto impacto estos resultados para la población venezolana, ya que mejora el estado general del paciente y hay satisfacción, porque es una terapia muy inocua, prácticamente no produce efectos adversos y no interfiere en los otros tratamientos.”

¿Perspectivas?

“Está previsto, una vez pasada la epidemia, ampliar el uso de la ozonoterapia al resto de las especialidades médicas y convertirla en parte de las consultas de los diferentes Servicios de Rehabilitación Integral.”

Y, esa aspiración tiene el apoyo del Gobierno, pues el presidente constitucional de Venezuela, Nicolás Maduro, anunció la creación del Centro Nacional Científico del Ozono con el objetivo de profundizar las pruebas y terapias de la ozonoterapia y elevar el carácter del uso del ozono en beneficio de la salud pública, según sus propias declaraciones.