Centro de historia sagrada para los cubanos, el Memorial José Martí, enclavado en la Plaza de la Revolución y considerado el punto más alto de La Habana, con 139 metros por encima del nivel del mar, abrió nuevamente sus puertas a la población, bajo estrictas medidas higiénico-sanitarias, en aras de proteger, tanto a visitantes como a trabajadores del luegar, de los riesgos de la COVID-19.
Este es el mayor monumento en honor al Héroe Nacional. Inaugurado por el Líder Histórico de la Revolución Fidel Castro, el 27 de enero de 1996 como centro histórico-cultural. En el interior de su base, existe un museo que contiene, de manera singular, la historia del más universal de los cubanos
El sitio recoge las luchas del pueblo cubano por su independencia y está ubicado frente de la explanada que sirve de escenario a diversos actos políticos, celebraciones populares, congresos, eventos internacionales, desfiles obreros, militares y estudiantiles, eventos internacionales y de solidaridad, entre otras efemérides.
Para los capitalinos ha sido grato el reencuentro con el sitio que atesora la impronta de José Martí, el que echó su suerte con los pobres de la tierra. Momentos trascendentales de su vida son expuestos en este recinto.
Es el Memorial parte imprescindible de la ciudad, que vuelve a su bullir cotidiano, luego de un intenso combate contra la pandemia que azota el mundo. Con nasobucos en los rostros, el agua clorada para lavarse las manos y el distanciamiento establecido, se renueva la actividad en este museo, ratificando que en todos los lugares es preciso seguir siendo precavidos para que la vida siga su curso.