Un mar de pueblo fue a despedirla en el teatro que lleva su nombre. Miles de admiradores de su arte inmortal. Muchos miles más hubieran querido estar allí. Porque ella bailó por y para millones.
El 17 de octubre de 2019 falleció la más grande bailarina cubana de todos los tiempos, referente indiscutible de la danza universal, símbolo de una cultura.
Dejó una obra inmensa, que es su mejor monumento. Dejó compañía. Y dejó escuela.
Ella ubicó a Cuba en el mapa universal, y recreó el espíritu de la nación en los moldes de un arte de siglos. Con ella bailaba Cuba.
Este el año de su centenario, y su país, que le tributó en vida todos los honores, le rendirá un gran homenaje.
Un año sin Alicia. Y al mismo tiempo, un año más con ella. Porque ella bailó para la eternidad.