La Organización Internacional del Trabajo (OIT) informó que unos 34 millones de empleos se perdieron con el coronavirus en América Latina y el Caribe como consecuencia de la pandemia.
Se reportó además que la tasa de ocupación llegó a 51.1 por ciento al primer semestre, representando una fuerte reducción de 5.4 puntos porcentuales respecto del registro del mismo período del año anterior, lo que representa un valor mínimo histórico.
De igual forma, se demostró que las salidas de la fuerza de trabajo o transiciones a la inactividad se reflejaron en que la tasa de participación laboral también registró una caída sin precedentes al reducirse del 61.3 por ciento al 52.6 por ciento entre el primer y segundo trimestre de este año, lo que implicó que 32 millones de personas dejaron de ser económicamente activas.
En su informe, la OIT puntualizó que dado que los ingresos laborales representan, en promedio, entre el 70 por ciento y el 90 por ciento de los ingresos familiares totales, estas reducciones derivan en fuertes pérdidas en los recursos monetarios que obtienen los hogares con impactos significativos sobre los niveles de pobreza.
La organización alertó que se podría generar una amplificación de las desigualdades en la región en un contexto de incipiente recuperación registrado en las últimas semanas, además de advertir sobre la drástica contracción del empleo, de las horas trabajadas y de los ingresos.
El director de la OIT para América Latina y el Caribe, Vinícius Pinheiro, precisó que «enfrentamos un desafío sin precedentes, el de la reconstrucción de los mercados laborales de la región, lo cual implica enfrentar fallas estructurales que se han agudizado con la pandemia, como son la baja productividad, la alta informalidad y la desigualdad de ingresos y de oportunidades de trabajo decente».
Asimismo, destacó que los indicios preliminares de recuperación son una noticia positiva, pero el impacto de la Covid-19 en el trabajo y en las empresas fue enorme, y el camino por recorrer es largo.
(Tomado de RHC y Telesur)