El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, destacó el exitoso resultado obtenido por los acuerdos globales para proteger y regenerar la capa de ozono alrededor de la Tierra.
“Esos tratados son ejemplos alentadores que muestran que cuando prevalece la voluntad política hay pocos límites para lograr un beneficio común”, apuntó.
Lo afirmado por Gutérrez es parte de su mensaje en ocasión de celebrarse este 16 de septiembre el Día Internacional de la Preservación de la Capa de Ozono y el 35º aniversario del Convenio de Viena para la Protección de esa envoltura del planeta.
Según aseveró el titular de la ONU, pocos acuerdos mundiales han producido tan buenos resultados como esa Convención, que marcó el primer paso para “arreglar” el agujero de la capa de ozono, trastorno medioambiental ocasionado por los gases utilizados en aerosoles y aparatos de refrigeración.
Esta abertura constituía una amenaza para los seres vivos del planeta, ya que la capa formada por el ozono protege a la Tierra de la mayor parte de la dañina radiación ultravioleta proveniente del Sol.
Guterres se refirió al descubrimiento del agujero en la década de 1970 por parte de los científicos. Ellos advirtieron con alarma, dijo, que de no tomarse medidas inmediatas, el mundo empezaría a ver un aumento en los casos de cáncer de piel y cataratas, además de que habría grandes daños a las plantas, los cultivos y los ecosistemas.
La respuesta de los líderes y la comunidad internacional fue decisiva y en 1985 se adoptó la Convención de Viena para la Protección de la Capa de Ozono. Bajo el Protocolo de Montreal, emanado de la Convención y suscrito en 1987, los Gobiernos, los científicos y la industria se comprometieron a trabajar juntos para eliminar el 99 % de las sustancias que reducen la capa de ozono.
El cumplimiento de los compromisos adoptados permitió alcanzar una elevada disminución en el empleo de las perniciosas sustancias. Gracias a ello, la capa de ozono se está recuperando y se espera que para mediados de siglo vuelva a los valores anteriores al año 1980.
“La Enmienda de Kigali al Protocolo (de Montreal) permite a la comunidad internacional encontrar alternativas a los refrigerantes que contribuyen a la creciente amenaza de las perturbaciones climáticas. Si se aplica en su totalidad, ese instrumento puede evitar el calentamiento de 0,4 grados centígrados del planeta”, significó Guterres.
Asimismo consideró que, de cara a la recuperación mundial de la devastación económica y social causada por la pandemia de la COVID-19, “debemos comprometernos a construir sociedades más fuertes y resilientes. Es nuestro deber esforzarnos e invertir en afrontar el cambio climático y en proteger la naturaleza y los ecosistemas que nos sostienen”.
“Hagamos que este trabajo conjunto para preservar la capa de ozono nos sirva de estímulo para mostrar la misma determinación en sanar el planeta y forjar un futuro más prometedor y equitativo para toda la humanidad”, concluyó el Secretario General de Naciones Unidas. (Con información del sitio web Noticias ONU)