Aunque no igual, la vida sigue (+Fotos y Videos)

Completamente rodeada de territorios vecinos con casos de personas que padecen la enfermedad respiratoria causada por el nuevo coronavirus SARS-CoV-2, la provincia de Villa Clara continúa su vida, pero con medidas de precaución extremadas, sobre todo en las zonas de entrada y salida hacia Matanzas, Cienfuegos y Sancti Spíritus, donde en los últimos días han vuelto a registrar casos positivos a la Covid-19.

 

 

El gobernador de Villa Clara, Alberto López Díaz, siempre acompañado de alguno de los coordinadores de cada programa, recorre habitualmente esas instalaciones, donde además de conocer de primera mano cómo se desenvuelven sus inversionistas y constructores contribuye a agilizar gestiones.

 

 

Aunque se indicó un estricto control en fronteras, no se descuidan las medidas dentro de la provincia, donde proceden con la filosofía de trabajar y defenderse frente a la agresiva pandemia de la cual se cuidan mientras en centros como la Unidad Avícola Casas #1, de Santa Clara, reconstruyen naves para incrementar el desarrollo de pollitos que reemplazarán a las ponedoras y aumentarán su número de forma tal que se eleve en unos 10 millones la producción de huevos en tres años.

 

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Hay sueños que fueron postergados para emprender otras inversiones, como sucedió con el Arcoiris, una instalación recreativa y gastronómica muy concurrida tanto de los territorios de la antigua Las Villas como de las provincias centrales que se formaron de ella.

 

 

En este año recibió prioridad y ya dentro de pocos días darán los últimos toques constructivos a uno de los servicios con que fue inaugurado, El Bodegón, que prestará servicios de bar y cafetería en mejores condiciones que cuando empezó, y por eso se insiste en que se cuide y dé mantenimiento para evitar recaídas.

 

 

Ya las obras del Arcoiris son mucho más que ideas en la mente de los villaclareños, pues hay labores de albañilería, carpintería, electricidad y plomería en todos los objetos de obra, incluyendo la novedad de un canopy.

En los duros años del llamado Período Especial, por todos los barrios de la ciudad de Santa Clara esperaban a un grupo de mujeres que vendían las hortalizas cosechadas por ellas mismas en un organopónico llamado Las Marianas, de ahí que también fueran conocidas así.

 

 

Tal fue su popularidad que, al cabo de casi dos décadas, todavía se les recuerda y quienes las conocieron en la capital villaclareña acogen con entusiasmo la noticia de que está ya en fase final de reacondicionar las tierras y la fuerza de trabajo estable para declararse ya en funcionamiento el 30 de septiembre, cuando se cumplen 24 años de la visita del Comandante en Jefe a Las Marianas.

 

 

La vida en Villa Clara no se detiene, todo lo contrario, se avanza en el enfrentamiento y control a la Covid-19 no solo en el escenario de la Salud, sino también en los centros laborales, donde el objetivo supremo es cumplir con los trabajadores sanos y salvos.